En una maniobra que puede ser leída como un nuevo desafío a Estados Unidos en Iberoamérica, un destacamento naval de la Flota del Norte de la Armada rusa, encabezado por la Fragata Almirante Gorshkov, llegó este lunes a La Habana en medio de la creciente tensión entre Cuba y Washington.

Al entrar al canal de la Bahía de La Habana, la fragata Almirante Groshkov, que pertenece a la más nueva generación de barcos de guerra rusos, disparó 21 salvas de bienvenida, que fueron respondidas por una batería de artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba desde la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña. 

Según un comunicado de este organismo cubano divulgado por medios locales, los tripulantes de los barcos rusos tienen programada una agenda de diferentes actividades de interés histórico y cultural en territorio cubano.

El acercamiento entre Cuba y Rusia, antiguos aliados de la Guerra Fría, no es nuevo, pero se consolida al ritmo de las sanciones que Washington aplica contra la isla, acusada de apoyar militarmente el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

La llegada de los buques militares procedentes de Rusia, por primera vez desde 2013, se produce pocas semanas después de que Washington endureciera las sanciones contra el país caribeño. 

Como parte de las nuevas restricciones, el Gobierno estadounidense prohibió los viajes en crucero a Cuba.

De acuerdo a la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés), alrededor de 800.000 reservas se han visto afectadas por la decisión de la Administración del presidente Donald Trump.  (Notimérica)