La Justicia confirmó las 31 sanciones impuestas por la CNRT a la Empresa Monticas S.A., por “violación del régimen de frecuencias”, confirmando el rol protagónico de la CNRT en lo que respecta al control de servicios de pasajeros.

La misma detalló que se sanciona por un total de 31 multas de 3.000 boletos mínimos por “violación del régimen de frecuencias en la prestación de los servicios públicos de autotransporte interurbano de pasajeros”. Además, aplicó 2 multas de 3.000 boletos mínimos por no haber remitido “los datos u otros elementos requeridos por la Autoridad de Aplicación o lo hiciere fuera de los plazos establecidos al efecto”.

Estas sanciones se amparan en el art. 82 del Régimen de Penalidades por Infracciones a las Disposiciones Legales y Reglamentarias en Materia de Transporte por Automotor de Jurisdicción Nacional, aprobado por decreto 253/95, modificado por el decreto 1395/98 (art. 2º, a) y por el art. 137 (art. 2º b), del mismo régimen.

En la misma resolución, la CNRT había ordenado la paralización de todos los servicios y el juez ratificó la vigencia de esta medida preventiva. Además, la CNRT no sólo se limitó a imponer las multas y paralizar los servicios, sino que elevó las actuaciones a la Secretaría de Gestión de Transporte del Ministerio de Transporte para la tramitación de la caducidad del permiso. En consecuencia, dicha autoridad resolvió caducar el permiso de Monticas el 13/04/2018.

Además, entre los antecedentes, puede citarse el informe de la Delegación Regional Rosario de la CNRT, expediente SO2:0131949/2016, en donde se adjuntan las planillas de fiscalización realizadas que dan cuenta de los graves incumplimientos que, en materia de seguridad, higiene y frecuencia de servicios, ha realizado la empresa Monticas S.A. 

En lo que va del año la CNRT realizó 926.285 controles en distintos puntos del país, infraccionó 39.288 vehículos y retuvo 8.062. Desde el inicio de esta gestión la CNRT volcó su mirada hacia la calidad como eje para optimizar los procesos y mejorarlos constantemente. Este caso es un ejemplo claro del rol protagónico y del accionar concreto del organismo en relación al transporte.