Decíamos que hacia allí íbamos inexorablemente, pero marcando con énfasis que, con un Estado muy presente y hasta riguroso en el cumplimiento de los protocolos establecidos y controlando los cambios de conductas colectivas para garantizar la salud de todos. Y así se dio a partir de los anuncios del gobernador Perotti anoche.

Dicho esto ahora el confinamiento excluye al conglomerado Rafaela y sólo quedan los de Rosario y Santa Fe, donde por cierto auguro que en los próximos días habrá muchas voces del mundo laboral, que harán sentir sus reclamos.

A pesar que se avanza, aunque a paso lento para gusto de muchos, en flexibilizar algunas actividades en los dos centros poblacionales más importantes del territorio provincial, habrá que apelar a la tolerancia, a la paciencia y a los “buenos números” respecto de la evolución del virus en nuestras sociedades, para seguir sumando nuevas autorizaciones para el mundo laboral.

Y en esto trabajan coordinadamente los estamentos del Gobierno santafesino.

Mirando el pirómetro

Sin dudas, al decir de las fuentes del Ministerio de Trabajo a las que habitualmente consultamos, se sucederán en los próximos días las reuniones de los diferentes sectores, empresariales y sindicales en búsqueda de destrabar -de manera segura con la observancia de los protocolos sanitarios- la mayor cantidad de actividades posibles.

Pero no menos cierto de destacar es que la caldera del mundo laboral  sigue juntando presión por la paralización de buena parte de la economía y el perjuicio que ello implica para cada sector. Prueba de ello fueron ayer algunas manifestaciones que tuvieron lugar en algunas localidades del interior como Esperanza, Venado Tuerto y Rafaela.

Pero nada puede estar más allá de los parámetros que con firmeza fijara los gobiernos nacional y provincial al principio de esta crisis generada por el nuevo coronavirus: resguardar la salud de los habitantes más allá del movimiento de las variables económicas.

Asistencias económicas

El impacto de las decisiones oficiales no deja de tener su correlato en el pago chico y es así varias administraciones municipales y comunales de los conglomerados, enfrentan nuevamente este mes, la difícil tarea de hacer frente al pago de salarios con recursos muy escasos. Y para ello hay consultas permanentes que tienen como epicentro el conseguir asistencia económica oficial.

Piensen en distritos cercanos que vienen abonando a sus empleados municipales los salarios en al menos dos cuotas y otras administraciones que no saben como enfrentarán estas obligaciones.

Tema aparte, algo que también adelantamos ayer: el malestar de los profesionales de la salud. Un reclamo de los médicos nucleados en Amra que sumó nuevos matices a partir del planteo de los 5000 pesos otorgados a no todos los profesionales por el gobierno central y los 3000 que recibieron, pero con descuentos, del Gobierno provincial.

Ojalá se refuercen los mecanismos del diálogo para avanzar en soluciones a tantos planteos y reclamos que se suceden con el correr de este tiempo tan particular de aislamiento, que necesita sumar voluntades para lograr entendimientos razonables. Oscar Fruttero