El padre Franco Punturo, integrante del equipo de sacerdotes de villas de la ciudad de Buenos Aires, sostuvo esta mañana por LT9 que "se dieron solo tres casos en Villa Lugano y estamos en los cuidados que se puede tener, aunque es difícil el distanciamiento porque hay gente que vive en espacios muy reducidos, pero también sufriendo los otros elementos como la falta de alimentos, de medicamentos y lo económico".

"Estalló con más fuerza la enfermedad en otras zonas como la Villa 31 y la 1-11-14 y se va como corriendo de atrás. Se planificó ir en cada barrio una vez por semana para detectar casos casa por casa. El Estado tiene la intención de actuar pero muchas veces no sabe como hacerlo y hay temas estructurales como la falta de agua y saltan problemas como el tema alimentario", agregó.

El sacerdote indicó que "en estos barrios habrá que ayudar de otra manera a la gente, con subsidios a la gente para que pague los alquileres o hacer un ingreso familiar para la necesidad del día a día, de las garrafas para cocinar y de internet para hacer la tarea".

Sobre lo que se debe priorizar después de la pandemia, Punturo explicó que "se van sugiriendo formas de proceder que no se escucharon y cuando entran al barrio y ven una realidad que no conocen, cuesta porque hay una intención de diálogo pero se hace difícil".

Cabe destacar que el Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de la Ciudad y el Gran Buenos Aires reclamó una mayor presencia del Estado en los barrios vulnerables, donde está "pegando fuerte" el coronavirus, y advirtió que "se vienen momentos muy duros en lo social".

Así lo afirmaron en una declaración titulada "Aniversario del padre Carlos Mugica y el impacto del coronavirus en las villas y barrios populares" que se difundió a través de las redes sociales, en el marco de una oración que realizaron los sacerdotes al cumplirse el 11 de mayo 46 años de su asesinato.

"Necesitamos que el Estado actualice su presencia en los barrios vulnerables de acuerdo a las diferentes cuestiones y las dificultades que se presentan, la seguridad, la salud, la educación y las limitaciones de conectividad en estos lugares"; advirtieron los curas en la declaración.

La celebración religiosa -que se realizó frente a la tumba de Mugica en la parroquia Cristo Obrero de la Villa 31, donde está enterrado- se adelantó unos días, ante el "significativo aumento del contagio de coronavirus en nuestros barrios", según indicaron en un comunicado de prensa.

"Hacemos un pedido a los distintos estamentos del Estado para que ajusten mucho y en concreto su presencia en nuestros barrios", reclamaron desde el equipo que integran -entre otros- los sacerdotes José María “Pepe” Di Paola, Guillermo “Willy” Torre, Lorenzo “Toto” De Vedia, Franco Punturo y Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires.