Dos policías fueron condenados a prisión perpetua y otros 17 a penas de hasta siete años de cárcel por un doble crimen cometido en junio de 2017, durante una persecución, en la ciudad de Rosario, informaron fuentes judiciales.

La máxima pena recayó sobre los efectivos Alejandro Bustos y Leonel Mendoza, quienes fueron hallados culpables del delito de "homicidio agravado por el abuso de su función, en su carácter de miembros de la fuerza policial", en perjuicio de David Campos (28) y Emanuel Medina (32).

Según las fuentes, el tribunal oral integrado por los jueces Román Lanzón, María Trinidad Chiabrera y Gonzalo López Quintana, condenó con penas de hasta siete años a otros 17 agentes que participaron del operativo y cometieron delitos de "abuso de arma, encubrimiento y falsedad ideológica".

El fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, dijo que "la teoría del caso avalada hoy por la Justicia es que estos chicos no estaban armados y no enfrentaron a ningún efectivo policial".

En ese sentido, afirmó que "hubo un protocolo de encubrimiento entre los acusados" y explicó que "implicó la eliminación de rastros del delito, disminuyendo así el poder ofensivo de la policía con acciones como hacer desaparecer vainas y puntas de proyectiles, plantando un arma y adulterando rastros de pólvora para lograr un dermotest positivo".

El hecho ocurrió el 23 de junio del 2017, cuando Campos y Medina fueron acribillados a balazos en momentos en que el auto en el que circulaban chocó contra un árbol en Callao al 5700, de Rosario, luego de una persecución de varios patrulleros y motos policiales que se extendió por más de media hora.

Inicialmente, la versión policial y judicial apuntó hacia un presunto enfrentamiento, atento a que en el auto chocado apareció un arma disparada, pero la pesquisa determinó luego que había sido "plantada" por miembros de la fuerza para desviar la investigación.