Se calcula que un 13 por ciento de la tierra está en manos de pequeños productores que producen más del 60 de los alimentos que se consumen en el país. En Santa Fe, la Unión de Trabajadores de la Tierra – UTT - representa a un gran número de pequeños productores, que son arrendatarios y que trabajan la tierra día a día. Delicia Zenteno, referente provincial de la UTT dialogó con Hora de arrancar para contar la experiencia y las reivindicaciones de la organización.
“Nosotros proponemos que salga una ley de acceso a la tierra, que sería un PROCREAR rural. Así como los pequeños productores hoy por hoy están pagando un alquiler de 3000 hectáreas, queremos que se apruebe esta ley para poder pagar su propia tierra. El beneficio primordial de no seguir pagando un alquiler sería poder invertir en el campo, en el propio predio, que sería una vivienda digna, con acceso a las comodidades que tiene que tener toda persona para poder vivir bien. Poder recuperar el suelo, ya que estamos trabajando en una transición agroecológica, de haber estado envenenado y crear nuevos microorganismos para que la tierra siga produciendo alimentos sanos para todos”.
“Desde la organización, tenemos la propuesta de que los productores aprendan a trabajar en forma agroecológica, donde se preparan los insumos. Acá en Santa Fe contamos con una biofábrica con nuestros propios técnicos que preparan los bioinsumos, donde enseñan cómo prepararlos, la aplicación, el período de carencia, etc.”, expresó la productora.
Zenteno explicó que en la UTT están nucleadas 230 familias en los alrededores de La Capital, en General Lagos y en Helvecia y que hay otros pequeños productores rurales en otras organizaciones, como La Verdecita.
En cuanto a la distribución y venta de los productos agroecológicos, comentó que trabajan con otras organizaciones, como el Mercado del Futuro y Chango 88, a quienes les venden bolsones con verduras de estación.
“Lo ideal sería que el Estado piense más en agregar ferias en lugares cerrados, entonces los productos irían del productor al consumidor así evitamos una cadena que viene pasando de mano en mano hasta llegar al consumidor, porque con las ferias a cielo abierto cuando llueve no se pueden exponer los alimentos” indicó.
La ley de acceso a la tierra plantea crear una línea de créditos blandos para la creación de colonias agrícolas y créditos individuales para que los productores de la agricultura familiar puedan comprar sus lotes o construir y mejorar sus viviendas. Además, dispone que el Estado destine parte de las tierras públicas ociosas para ser loteadas y vendidas mediante este sistema de créditos, con el exclusivo fin de que se dediquen a la agricultura familiar. Como contrapartida, obliga a quien obtenga uno de estos créditos hipotecarios a cumplir con una serie de condiciones, como residir en el predio comprado, trabajarlo en forma personal, con la colaboración principal de su familia, haciendo de ello su ocupación personal, reducir progresivamente el uso de agrotóxicos, mantener indiviso el terreno, no alquilarlo, venderlo ni transferirlo por un período de 20 años.
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