Tras los anuncios de ayer en boca del presidente Mauricio Macri y de su ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, volvió a mostrarse crítico con la administración de Cambiemos. Y utilizó como ariete su reclamo por la deuda histórica de la Nación, unos 50.000 millones de pesos. "Si hay flexibilidad con el Fondo Monetario Internacional (FMI), espero lo mismo para acordar con el gobierno provincial", aseveró.

Diez minutos después de haber seguido por televisión el breve discurso del presidente Mauricio Macri sobre el regreso al Fondo Monetario Internacional en busca de apoyo financiero, e instalado en su despacho del primer piso de la Casa Gris, el mandatario provincial aseguró: "Si hay flexibilidad con el FMI, espero lo mismo para acordar con el gobierno de Santa Fe".

"Hasta ahora llevamos diez años de reclamos y hemos transitado distintos momentos y avatares políticos y económicos en la Argentina. Creo que tenemos una chance de resolver este tema y nos encontramos en un marco de negociación con la Nación. Si hay un poco más de flexibilidad en algunos aspectos, es posible llegar a un acuerdo", aseveró el socialista.

Lifschitz y el ministro del Interior nacional, Rogelio Frigerio, habían mantenido el viernes pasado un nuevo encuentro en la Casa Rosada. Sin embargo, pese a que la suscripción de Santa Fe al Pacto Fiscal estaba supeditada a un acuerdo, éste todavía no fue rubricado.

Plan de pago

El convenio dependía de la definición de un plan de pago de la deuda por coparticipación por parte de la gestión macrista al territorio santafesino antes del 31 de marzo.

"No estamos tan lejos y somos razonables. No planteamos cosas irreales y, además, es algo que debe aprobar la Legislatura provincial. Por lo cual, necesitamos que sea una propuesta sensata", prosiguió el mandatario santafesino.

La oferta de pago anunciada el 13 de marzo, a escasas dos semanas del vencimiento del plazo fijado en el Pacto Fiscal, consistía en un mix de bonos y obras de infraestructura pública a financiar por la Nación.

Posteriormente, Santa Fe incluyó otros ítems, como la posibilidad de que el Estado nacional ceda terrenos de su propiedad a la provincia. Por eso, la Casa Gris realizó una contrapropuesta que quedó bajo la lupa de los funcionarios nacionales.

Al tiempo que mensuraba las palabras de Macri y repasaba los días de incertidumbre que viene atravesando la Argentina, el gobernador hizo hincapié en que si la administración de Cambiemos "no tiene sensibilidad suficiente para percibir el malestar social que se refleja en la oposición va camino a un punto muy complicado de crisis política".

No obstante, el gobernador santafesino se despachó con un llamado de atención en otra dirección: "Sería muy mezquino que la oposición jugara a empeorar la situación. Sabemos bien que los costos de las crisis económicas y sociales los pagan los sectores populares. Todos, en definitiva, incluso los gobiernos provinciales y municipales. Es una cascada de la que nadie se salva".

Asimismo, el socialista consideró que el regreso de la Argentina al Fondo Monetario Internacional "es una película que se repite y trae recuerdos de experiencias negativas para todos".

"Frente a una situación como la actual hay que ser muy responsables. El gobierno nacional debería bajar un poco el pie del acelerador, asumir alguna autocrítica y establecer un marco de diálogo con la oposición, que también tiene que actuar con prudencia", fundamentó.

En esa línea de razonamiento, Lifschitz sentenció: "De lo contrario, si es que elegimos un camino similar al de otras etapas históricas de la Argentina, vamos hacia un escenario al que en realidad nadie debería querer llegar".

Fuente: La Capital