Las y los sobrevivientes necesitan tiempo: Tiempo para comprender lo que les ha sucedido, tiempo para metabolizarlo, tiempo para develarlo ante alguien confiable, tiempo para comenzar a recuperarse y finalmente tiempo para denunciar, expresan desde Derecho al tiempo Argentina – DATA.

Sonia Almada, es psicoanalista, fundadora de la asociación civil Aralma, trabaja hace más de veinte años con sobrevivientes de violencia sexual y es activista por los derechos de las infancias y de las mujeres. Hoy fue entrevistada en Hora de arrancar por FM Láser para hablar sobre el proyecto presentado el pasado 21 de junio y dejó algunas primicias.

“Nos conformamos como movimiento Derecho al tiempo Argentina inspirados en una agrupación chilena que logró una ley que se llama de imprescriptibilidad, pero no lo es, es como las leyes que nosotros tenemos que han sido grandes avances, la ley Piazza (Nº26.705/2011, que modifica el tiempo de prescripción para denunciar los delitos de abuso sexual contra niños/as y adolescentes) y la ley Kunath (Nº 27.206/2015, de respeto a los tiempos de las víctimas de delitos contra la integridad sexual), pero los delitos penalmente prescriben y no se persigue la acción para que los sobrevivientes obtengan justicia”.

La asociación civil Aralma, @somosaralma, originada en el año 2003, se dedica a las Infancias y juventudes y a la lucha por la erradicación de todo tipo de violencia en Infancia, adolescencia y familias, impulsó el encuentro con activistas, profesionales especialistas, sobrevivientes y otras organizaciones para crear el movimiento de Derecho al tiempo Argentina @derechoaltiempo, que nació hace 2 años y se reunieron también en la Red Federal para Infancias y Juventudes @red_fij

Este año Derecho al tiempo Argentina creó un proyecto de ley “que tiene tres patas, una es que sea realmente imprescriptible para siempre y para todos y todas. También el cambio de denominación, porque el delito se llama abuso sexual infantil y la palabra abuso significa el mal uso de un objeto, y nosotros estamos hablando de sujetos y queremos que los niños ocupen ese lugar de sujeto de derecho, que todavía no tienen en nuestra sociedad; y lo de infantil, también queremos cambiarlo porque no hay nada infantil en un abuso sexual. Es una conducta pederasta adulta que agrede al cuerpo y la mente de un niño, una niña, un bebé o un adolescente. Propusimos que se llame violencia sexual contra los niños, niñas o adolescentes”, fundamentó la psicoanalista.

En el mismo sentido, dio la primicia a este medio que esta semana presentaron un anexo para solicitar la creación de una Comisión por la verdad y la reparación. “En Argentina no hay estadísticas de los delitos de violencia sexual contra las infancias, por eso pedimos que se cree una comisión que pueda investigar y recibir las denuncias para tener un parámetro primero. Las únicas estadísticas que existen, que son muy parciales, las hizo la ONG UNICEF, no son cifras oficiales, dicen que 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 varones han padecido violencia sexual en la infancia. No están contabilizadas las agresiones hacia las infancias trans. No está contabilizada la explotación sexual comercial, que es muchísima”.

Aralma hizo una alianza con una organización estadounidense, CHILD USA, que trabaja específicamente violencia sexual en niños y tradujeron varias investigaciones para tenerlas en Latinoamérica. El dato que encontraron es que “la edad promedio de develación, que la persona lo cuenta por primera vez, es 52 años, hombres y mujeres”. Asimismo, aclaró que “ellos lo hicieron con Boy Scouts, sobrevivientes de escultismo, personas que han sufrido abusos en ámbitos eclesiásticos, también en atletas de elite, casos que han sido muy conocidos algunos, y en casos intrafamiliares”.

En una guía de UNICEF se divulga que: “Cualquier persona puede ser un abusador. Es necesario desterrar el mito de que quien comete un acto de abuso sexual contra NNyA tiene una estructura de personalidad anormal o pervertida. La realidad es que los agresores pueden ser tanto varones como mujeres, heterosexuales u homosexuales, neuróticos, psicóticos, perversos o seniles. Los agresores son personas que se encuentran en nuestro entorno: padres, abuelos, tíos, vecinos, docentes, amigos. Circulan en la sociedad y pasan desapercibidos porque su conducta social (lo que se ve) no muestra su conducta sexual (aquello que no se ve)”. “Suelen emplear como tácticas de persuasión y manipulación, juegos, engaños, amenazas y distintas formas de coerción para involucrar a los NNyA y mantener su silencio”.  

Sobre este punto, Almada sostiene y confirma lo que manifestó la Dra. María del Carmen Mangold en su columna de los martes en el programa, que en el 93 % de los casos los agresores son varones heterosexuales. “Son varones heterosexuales, viven en pareja, con mujeres, en familia, tienen hijos la mayoría”.

En relación a las secuelas de las víctimas de abuso sexual infantil, sostuvo “Nosotros decimos que las víctimas se convierten en sobrevivientes, porque el lugar victimal te deja como estático, congelado ante la agresión, y el sobreviviente es alguien que ya se pone en acción y en recuperación. EL sujeto adquiere una nueva dignidad a través de hacerse cargo que fue víctima de un crimen y que es un crimen continuo porque te acompaña a lo largo de toda la vida, pueden ser síntomas mentales, físicos, enfermedades orgánicas, dificultades en la sexualidad. Es enorme la cantidad de secuelas, que son profundas y depresiones, muchísimos intentos de suicidios”.

“Que te roben el alma cuando sos un niño es totalmente aterrador, te deja en un lugar muy oscuro, muy difícil y que la persona que te la robe sea alguien en quien vos confiás, ¿cómo hacés para volver a confiar en el mundo adulto después de eso?”. Almada recomienda concurrir a profesionales especializados, tanto el niño como la familia, porque además del trauma, el dolor y el impacto, hay una genealogía de la violencia. “Hay que poder acompañar desde un lugar de empatía y poder decir lamento muchísimo lo que te pasó”.

El proyecto de ley de Derecho al Tiempo Argentina, además de solicitar la imprescriptibilidad penal del delito de abuso sexual infantil y el cambio de denominación del crimen por violencia sexual contra las infancias y adolescencias, enviaron el pedido de la creación de una nueva comisión que se centre en la búsqueda de la verdad y la reparación de estos crímenes.

Los objetivos son:
- Contribuir al esclarecimiento global de la verdad sobre las más graves violaciones a los derechos humanos, específicamente la violencia sexual padecida en las infancias sin perjuicio de los procedimientos judiciales a que puedan dar lugar tales hechos.
- Se entenderá por graves violaciones las situaciones de abuso sexual infantil (violencia sexual en la infancia) ocurrido en cualquier época y provocado por cualquier persona y en cualquier ámbito.

En cumplimiento de su cometido la Comisión deberá procurar:

a) Establecer un cuadro, lo más completo posible, sobre los abusos sexuales en la infancia y adolescencia (violencia sexual), sus antecedentes y circunstancias.
b) Reunir antecedentes que permitan individualizar a sus víctimas.
c) Recomendar las medidas de reparación y reivindicación que crea de justicia.
d) Recomendar las medidas legales y administrativas que a su juicio deben adoptarse para impedir o prevenir la comisión de los hechos a que este artículo se refiere.

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