El violento hecho tuvo lugar el sábado pasado en barrio Sargento Cabral de la ciudad de Santa Fe pero se dio a conocer este jueves. Todo comenzó a la noche, cuando una familia organizó una cena en el garaje de su casa, ubicada en pasaje Guido al 1000, a escasos metros del río.

Eran cinco las personas allí presentes: una pareja con su bebé de ocho meses y un hombre y una mujer más. El encuentro iba bien hasta que pasada la medianoche, momento en el cual apareció un grupo de hombres y mujeres que comenzaron a orinar en la vereda, a la vista de todos los miembros de la familia.

Ante esta situación y molesto por el asunto, el dueño de la casa salió y los intentó echar ya que estaban realizando una acción que podría enmarcarse en una falta.

Pero los sujetos reaccionaron de forma violenta, y armados con palos y otros elementos contundentes comenzaron a golpear al dueño de casa y a los demás familiares que salieron a socorrerlo, hasta que por fin se dieron a la fuga.

 A raíz del ataque, una de las mujeres terminó con lesiones en brazos y piernas, una fractura de cráneo y un golpe que le hace peligrar un ojo. Por su parte, el anfitrión de la cena tuvo una herida cortante en la cabeza y una fractura de un brazo, y los demás presentaron traumatismos varios.

"Mi hija estuvo dos días en coma. No sabíamos si se iba a despertar. Ahora la pasaron a una habitación común pero nos dijo que no puede leer las letras que salen en televisión. Tengo miedo por las secuelas que le puedan quedar", sostuvo en diálogo con el diario El Litoral la madre de una de las víctimas quien sostuvo además que las agresiones se enmarcan en un "intento de homicidio".

Según el relato de la mujer, al otro día, el domingo, "los tipos volvieron y quisieron entrar a la casa de mi hija. Le forzaron nuevamente la ventana".

Por último, destacó que la Policía detuvo el martes de esta semana a cuatro de los agresores por lo que espera que se haga justicia y "no los larguen al ratito".