La plaza financiera local se apresta a vivir 72 horas de tensión que, previsiblemente, quedarán reflejadas a partir de hoy en otra pulseada entre el Banco Central (BCRA) y el mercado por el valor del dólar. Al panorama turbulento que se viene dando en los últimos días, el megavencimiento de deuda en Lebac que enfrenta mañana el BCRA no hace más que sumar nervios.
Se trata de lo que algunos analistas ya vislumbran como un "punto de quiebre", aunque con las condicionalidades que la situación impone. Ocurre que los precios de los activos de inversión locales se han visto fuertemente distorsionados, afectados por la dinámica y magnitud que tomó la corrida contra el peso (en el inicio) y contra el riesgo argentino (después).
El combo desató una serie de lo que en la jerga se llama arbitrajes entre distintos instrumentos con cotización en el mercado: venta de algunos para posicionarse en otros y pasar de los que ofrecen menos renta a los que ofrecen más, o ir a alguno que se considere menos rendidor, pero muy seguro, como el dólar. Esto afectó notablemente los precios y aumentó la sensación de crisis, señala una nota del diario La Nación.
Es cierto que los vencimientos de Lebac de mañana suman más de $671.800 millones. Pero, por distintos mecanismos, muy probablemente una parte importante de esa cifra sea renovada, lo que evitaría el temor de que todo ese volumen se pase al dólar.
"La Lebac es un título de deuda que se compra con descuento. De ahí surge la tasa que paga. La que vence mañana se emitió a $0,980224 y se pagará a $1, lo que supone la tasa del 26,30% a la que se colocó. Pero su precio de mercado cayó fuerte en los últimos días y nosotros (como muchos otros bancos) salimos a rematarla para comprar con esos pesos la Lebac que vence en junio o la de julio, que rendían tasas del 45 al 50%, y asegurar una tasa que el BCRA no te va a pagar el martes si vas por su ventanilla", explicó a La Nación un banquero privado. A esa oleada de ventas se sumaron los fondos comunes que estaban invertidos en Lebac, para frenar la desvalorización a la que la debacle de mercado los estaba arrastrando.
El brete en el que se metió el BCRA no es sencillo. Los datos concretos hablan de una dinámica de mercado que ya era complicada y que, por la tensión que genera este vencimiento, dada su magnitud y las circunstancias en que se produce, se hizo mucho más complejo, lo que asegura una apertura de mercados alterados.
El viernes, luego de una agresiva venta de reservas en los últimos minutos de la rueda, el BCRA logró hacer caer de $24,20 a $22,95 el precio de venta del dólar minorista. Pero cerrado el mercado cambiario (deja de operar a las 15), el precio del dólar que se negocia por Bolsa (concluye sus operaciones dos horas después) quedó en $24,50, un 2,25% por encima.
A su vez, ese día "ya quedaron concertadas operaciones de venta de Lebac, la inmensa mayoría, de las que vencen mañana, por el equivalente a unos US$960 millones", indicó Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa, para recordar las condiciones con que se reiniciarán hoy los negocios.
Buena parte de los pesos que huyeron de ahí fueron a engrosar la demanda de dólares, la que se aceleró en los últimos días al recobrar importancia el documento que elaboró la misión del FMI que había estado en el país a fines del año pasado, en el marco de la visita por el Artículo IV. "Allí observaban que el peso estaba sobrevaluado entre 10 y 25% en función de simulaciones sobre la dinámica de la cuenta corriente y el tipo de cambio real", recuerda el consultor Federico Muñoz, para quien, tras la fuerte depreciación de las últimas semanas, el tipo de cambio real ya se colocó "dentro del rango objetivo que habían definido". Sin embargo, como algunas simplificaciones ubicaban ese valor entre $24 y $25, la demanda de dólares se aceleró.
El resto de los títulos pasó a manos del BCRA, que recompró Lebac con los pesos que obtuvo por la venta de dólares, y de algunos entes públicos, en especial la Anses, que habían colaborado en este rescate.
Las compras oficiales de Lebac por vencer por parte del BCRA llegaron a $30.000 millones el viernes, según admitió la entidad. Eso lo ayudó a esmerilar el monto de deuda que vence mañana, que originalmente superaba los $671.800 millones (equivalente a la mitad de las reservas y representativa del 53% del stock total de la deuda emitida por el BCRA con ese instrumento).
El resto de lo que queda se reparte entre bancos, fondos de inversión, ahorristas y compañías de seguros, a las que, desde fin de año, se les prohibió reinvertir en estos títulos y por lo cual están obligadas a retirar lo que les vence.
Los escenarios que se manejan en el mercado parten de asegurar una renovación mínima del 70% del stock. Básicamente, porque "más de un tercio de lo que caduca mañana está en cartera de los bancos, que como no tienen escape al dólar (por la circular que los limitó más recientemente) tienen alto incentivo a reinvertirlas", apunta Alejandro Henke, de Proficio Investment, quien estima que el vencimiento real puede ser menor aun por las reservas que vendió el BCRA en las últimas semanas, lo que equivale a preesterilizar", dice.
En su hipótesis menos favorable, "solo renuevan la mitad de los institucionales, lo que dejaría liberados entre $100.000 y $150.000 millones, monto superior al de los últimos meses, pero aún manejable, ya que el BCRA podrá reabsorber luego del martes colocando más Lebac por el mercado secundario o vendiendo más dólares hasta reequilibrar la plaza". "Sin duda mañana es un día 'D', pero el BCRA y el Gobierno aún tienen los instrumentos para superarlo y pasar, en pocos días, a otro capítulo", dice Henke, optimista.
En paralelo, los bancos, a través de sus cámaras representativas (Adeba y ABA) le están pidiendo al BCRA que, para facilitar la renovación y no sumar estrés a un mercado ya complejo por el pico estacional en la demanda de pesos que supone el próximo pago de aguinaldos y la sucesión de próximos vencimientos impositivos, les permita realizar un cómputo trimestral de la posición de encajes. Hay que recordar que por este factor, en general, los bancos se ven limitados de renovar el total de Lebac que les vencen. "Si lo concede, podríamos reemplazar en la demanda a los que se quieran ir y asegurar que las tasas no tiendan a empinarse más", sostienen.
Fuente: El Once