Al menos 16 palestinos han muerto y más de 500 han resultado heridos por fuego del Ejército israelí en las protestas ocurridas en la frontera de Gaza contra el traslado de la Embajada de EE.UU. desde Tel Aviv a Jerusalén. Las protestas fueron convocadas también con motivo de la Marcha del Retorno, que reclama el derecho de los refugiados palestinos a volver a sus hogares.

La población de Gaza hizo hoy una huelga masiva y el enclave amaneció con las escuelas, universidades, bancos, tiendas, instituciones públicas cerradas y escaso tráfico rodado.

En la ciudad cisjordana de Ramala, alrededor de 3.000 personas se concentraron en la Plaza de Yaser Arafat, convocados por las facciones palestinas, desde donde tienen previsto marchar hacia el puesto militar israelí de Qalandia, que separa Ramala de Jerusalén. También hay manifestaciones en otras localidades cisjordanas como Nablus, Hebrón y Belén con el fin de avanzar hacia los puestos de control militares israelíes.

El Ejército israelí ha ampliado sus batallones tanto en la frontera con Gaza como en Cisjordania, y ha aumentado los efectivos de unidades especiales y fuerzas de inteligencia.

En comunicado difundido ayer, el Ejército señaló que “la organización terrorista Hamás ha estado encabezando y organizando disturbios extremadamente violentos” en la frontera con Gaza en las últimas semanas y le acusó de “actuar bajo disfraz de manifestantes para tratar de dañar la valla de seguridad y perpetrar ataques terroristas en territorio israelí”.

Además se ha reforzado la seguridad en Jerusalén, sobre todo en torno al edificio que albergará la nueva legación diplomática estadounidense y donde se han convocado manifestaciones a partir de las 15.30 (12.30).

Mañana hay también previstas manifestaciones masivas con motivo de la Nakba (Catástrofe, en árabe), como los palestinos denominan al exilio y desposesión que supuso para ellos la creación del Estado de Israel, que cumple hoy 70 años.

En Jerusalén, ya se ha cortado el tráfico rodado en las calles y carreteras adyacentes a la nueva legación, que será inaugurada a las 16.00 horas locales (13.00 GMT) en una ceremonia con asistencia del primer ministro, Benjamín Netanyahu; el presidente, Reuvén Rivlin, así como las principales autoridades del país.

La delegación presidencial estadounidense presente en el acto está encabezada por el subsecretario de Estado, John Sullivan, y cuenta también con el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin; la hija y asesora del presidente, Ivanka Trump, y su marido y también asesor presidencial, Jared Kushner. La Policía solo permitirá la entrada de residentes con vehículos al barrio de Arnoná, en el oeste de la ciudad, pero limítrofe con la parte este ocupada de la ciudad.

Algunas ONG israelíes anti-ocupación han previsto actos de protesta cerca del recinto, como Shalom Ajshav (Paz Ahora), que colgará un cartel exigiendo a Washington que ponga una Embajada ante Israel y la otra ante Palestina, con el texto: “Dos embajadas en Jerusalén es el interés israelí”.

El presidente estadounidense, Donald Trump, señaló, cuando anunció el traslado y reconoció la capitalidad israelí de Jerusalén que esta no prejuzga las fronteras que tendrá la ciudad, lo que deja aún cabida a que parte de la ciudad corresponda a un futuro estado palestino, como exigen estos.