Tres hombres fueron condenados a tres años de prisión de ejecución condicional por conformar una asociación ilícita y realizar estafas (tres consumadas y dos en grado de tentativa) a pequeños y medianos comerciantes de distintos rubros de Santa Fe y de la región. Se trata de Pablo Oscar Castillo de 64 años, Rolando Javier Orrego de 44 y Rubén Telmo Pietrobon de 66. La fiscal que investigó el caso fue Milagros Parodi.
Además de la pena, deberán reparar económicamente a las tres víctimas de las estafas consumadas, a las que le devolverán el monto por el que fueron engañadas. Por otra parte, por ser autores de un delito con ánimo de lucro, se les impuso el pago de una multa de 45 mil pesos en total (15 mil pesos cada uno de los condenados) para el MPA.
La sentencia fue dictada por el juez Eduardo Pocoví en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.
De acuerdo a lo informado por las tres víctimas de las estafas consumadas, los condenados deberán reintegrar 88.600 pesos en total. “A un comerciante de la ciudad de Santa Fe le deberán dar 38.600 pesos que entregó a cambio de quesos y vinos; al propietario de un bar –también de la capital provincial– le deberán reintegrar 20 mil pesos; y a otro comerciante santafesino le deberán dar 30 mil pesos que entregó a cambio de alimentos varios”, detalló la fiscal. “Por su parte, los dos ilícitos que no lograron consumarse fueron en perjuicio del propietario de un corralón de Nelson y del dueño de una despensa de la localidad de María Susana”, agregó.
Imputación
Castillo, Orrego y Pietrobon fueron imputados por la fiscal Parodi el domingo 13 de mayo. La funcionaria del MPA les atribuyó la coautoría de los delitos de asociación ilícita y estafas en cinco oportunidades (tres de ellas consumadas y dos en grado de tentativa).
En el caso de Pietrobon, si bien inicialmente fue imputado como organizador de la asociación ilícita, las evidencias logradas por la fiscal a medida que avanzó la investigación, le permitieron concluir que era integrante de la banda. Por tal motivo, dejó de lado la agravante y modificó la calificación legal.
Puerta alternativa
Los hechos ilícitos que investigó la fiscal Parodi fueron cometidos entre el martes 30 de enero y el martes 8 de mayo. “La modalidad delictiva fue la misma en los cinco hechos. Pietrobon tenía una primera comunicación telefónica con las víctimas, en la que se hacía pasar por el encargado de un supermercado. Les ofrecía mercadería a precios promocionales y acordaban cerrar la transacción en el estacionamiento del supermercado o de la empresa en la que el estafador decía trabajar”, relató Parodi.
La fiscal agregó que “llegado el momento del encuentro, Castillo se presentaba en el lugar continuando el ardid iniciado por Pietrobon. Le solicitaba el dinero a la víctima y le decía que en unos minutos le traerían la mercadería. Mientras tanto, manifestaba que se iría unos segundos a su oficina –supuestamente ubicada en el interior del supermercado– a contar los billetes”.
La fiscal concluyó que “finalmente, Castillo se iba del lugar por una puerta lateral, y se subía a un automóvil en el que lo estaban esperando Pietrobon y Orrego”. En tal sentido, Parodi aclaró que “en los cinco casos, el lugar que los condenados pactaban con las víctimas para concretar el pago y la entrega de la mercadería, eran supermercados –uno de Santa Fe y otro en Rafaela– o empresas –una metalúrgica de Santa Fe– que les permitía la posibilidad de escaparse por una puerta de acceso alternativa”.
Eficacia y rapidez
Parodi también hizo hincapié en el nuevo sistema procesal penal que rige en la provincia desde 2010. “En sólo seis días se obtuvo una condena judicial en una causa compleja en la que había múltiples víctimas e imputados. El jueves 10 de mayo fueron detenidos los tres hombres y el miércoles 16 se realizó la audiencia de juicio abreviado en la que se resolvieron las condenas”, valoró.
“Dos de los tres condenados habían sido procesados en el viejo sistema procesal penal santafesino. Pietrobon en 1979 y en 1997, y Castillo en 1983 y 1999. Sin embargo, todas las causas en las que eran investigados prescribieron por el paso del tiempo, y estas personas transcurrieron toda su vida sin condena alguna”, detalló la fiscal. “Por eso destaco la eficacia y la rapidez que ofrece este nuevo sistema penal para resolver los casos”, manifestó.
Investigación
Parodi destacó la tarea del personal de la Policía de Investigaciones (PDI), que tuvo a su cargo la realización de escuchas telefónicas directas que permitieron dar con las tres personas que fueron condenadas. De dos de ellas se desconocía su identidad hasta el momento mismo de la detención, la cual se concretó en la ciudad de Esperanza, minutos antes de que salieran con destino a Rafaela a concretar uno de los ilícitos.