El Arzobispo de la Arquidiócesis de Buenos Aires y Primado de Iglesia católica en Argentina, Mario Poli, encabezó el Tedeum en el marco del 25 de Mayo. "El primer deber del Estado es cuidar la vida de sus habitantes, especialmente de los débiles, los pequeños, los pobres y marginados, los enfermos y los ancianos abandonados, porque son los más pobres de los pobres", sostuvo en un tramo de su homilía.
Otro de los puntos fuertes del discurso de Poli fue el rechazo al proyecto que busca despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo: "Vale Toda Vida, y ante el bello e inefable don de la concepción, si la propuesta es optar por una u otra, en esta bendita tierra austral, apostamos decididamente a que vivan las dos. Para Dios no hay excluidos", afirmó el Arzobispo.
Durante su discurso en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, Poli indicó que "los cambios sociales y culturales se dan en procesos que demandan tiempos que nos trascienden y se extienden más allá de los períodos de un gobierno y debemos desconfiar de los logros instantáneos".
"Si comenzamos hoy, dentro de 10, 15 o 20 años se verán los frutos; el tiempo no lo podemos someter pero sí continuar unidos por el bien común, y el deber del Estado es cuidar la vida" especialmente "de los pobres y marginados", destacó el cardenal en el Tedeum del que participó el presidente Mauricio Macri, la primera dama Juliana Awada y los miembros del gabinete nacional.
También reclamó atención del Estado hacia los sectores "más débiles" y advirtió sobre "una justicia distributiva largamente esperada".
"Dios está nombrado en el preámbulo de la Constitución Nacional pero nos olvidamos de que existe, que está siempre dispuesto a escucharnos cuando lo invocamos y a protegernos cuando lo necesitamos. Pareciera que lo dejamos al margen de las decisiones, confiamos sólo en nuestra capacidad, en las ecuaciones sin que dominemos todas las variables y nos afirmamos en nuestra corta experiencia sin tener en cuenta la memoria histórica del país que algo tiene que enseñarnos en las horas de prueba", sostuvo el Primado de la Iglesia católica argentina.