La Federación de Sindicatos Municipales de Santa Fe (Festram), consignó que el caso se enmarca en "un episodio de violencia laboral, institucional y de género contra la trabajadora.
Festram continúa con el seguimiento de este caso, atento a que persisten prácticas de hostigamiento hacia la trabajadora, quien al reincorporarse vio modificadas sus condiciones laborales: no puede atender al público y le modificaron sus horarios laborales, se colocaron cámaras de vigilancia en el lugar días antes de su reincorporación, debe registrar su ingreso en una ficha adicional diferente a todos los trabajadores del municipio, e incluso el lugar que se le asignó no tenía luz eléctrica al momento de retomar sus labores", afirmó el gremio.