La venta de insumos para la construcción cayó 5,4% en junio en relación al mismo mes del año pasado, en lo que fue la primera baja en quince meses del índice Construya, elaborado por las principales empresas del sector. Respecto a mayo, el indicador mostró un retroceso de 9,06% y de esta forma acumuló una expansión de 7,8% en el primer semestre.
Los datos acaso reflejen el inicio de la recesión para la actividad, después de la devaluación, la suba de tasas y el recorte en la obra pública que dejó de saldo la corrida cambiaria, y que insinúa golpear con mayor dureza al eslabón conformado por las cementeras, afectadas por cuestiones locales y externas.
El índice Construya mide el volumen vendido de las compañías líderes de ladrillos, cemento, cal, acero, carpintería, cerámicos, adhesivos y pastinas, pinturas, sanitarios, grifería y caños de conducción de agua.
En ese sentido, de acuerdo a la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), el mes pasado los despachos de este insumo bajaron 3,5% frente a igual lapso de 2017, marcando su segunda baja al hilo, aunque siguen un 5% arriba si se toman las ventas desde enero.
Las cifras de junio confirman el descenso en el consumo de cemento del 4,4% interanual que ya había registrado el Indec en mayo, primer mes del año en donde se observó un retroceso, en tanto el crecimiento del sector se desaceleró al 5,8% interanual.
De todas formas, en la AFCP estiman que los despachos llegarán a los 12.600.000 en diciembre, unas 400.000 toneladas ó 3,3% más frente a las 12.200.000 con las que finalizó 2017.
Un sector en problemas
Sin embargo, el escenario para el sector es complejo, sobre todo para las cementeras, que fueron acusadas de cartelización por el Gobierno y ya están en la mira de la comisión nacional de defensa de la competencia. A eso se le suma que a una de las grandes jugadoras, Loma Negra, se le abrió una investigación en la Securities and Exchanges Comissión (SEC) estadounidense por haber omitido información al momento de lanzar su oferta pública de acciones el año pasado. La cotización de su ADR en Wall Street se desplomó 50% en los primeros seis meses de 2018.
Por su parte, Holcim no la está pasando mucho mejor. Su papel descendió 33% en el semestre, uno de los mayores hundimientos en la Bolsa local, y su capitalización bursátil ya es 69,4% menor respecto a comienzos de año, según un informe de MB inversiones, lo que la ubica segunda en la lista de empresas más perjudicadas por el nuevo escenario económico de la Argentina. Lo cierto es que su posición está más debilitada que la de Loma Negra teniendo en cuenta que el recorte de la obra pública se sentirá más en el interior del país -donde concentra sus operaciones- y menos en el área metropolitana.
Esta tormenta perfecta para el sector también fue generada por el parate en los créditos hipotecarios que hasta el inicio de la turbulencia marchaban a todo vapor y eran uno de los baluartes de la gestión cambiemita, pero al encarecerse el precio en pesos de las propiedades y el atraso de los salarios, hicieron que los préstamos quedaran cada vez más lejos del alcance de las familias.