Luego de días de mucha tensión y cruces entre quienes buscaban la expulsión del diputado nacional Julio De Vido y los que preferían lo opuesto, la Cámara baja se definió: el ex ministro de Planificación K continuará en el Congreso . Con 138 votos positivos, 95 negativos y 3 abstenciones, los parlamentarios definieron una disputa que el oficialismo prometió continuará pese a la decisión.
En una sesión que se caracterizó por declaraciones picantes, chicanas y largos discursos, fuertes cruces se vivieron en el recinto. Por su parte, Julio De Vido, el hombre en el foco de la tormenta mediática y política, aprovechó su paso por el Congreso para leer un comunicado y presentar su defensa. El ex funcionario negó haber cometidos delitos durante la gestión K y apuntó: "Jamás me amparé en mis fueros parlamentarios".
En su exposición, De Vido calificó de "nulo, vacío, inconsistente, arbitrario y revanchista" el encuadre legal que impulsa su destitución de la Cámara baja por iniciativa de Cambiemos junto a sectores del peronismo disidente, por "orden" del Poder Ejecutivo.
El legislador dijo que es "blanco de un plan sistemático de marketing que fue escrito por el asesor extranjero del presidente" Mauricio Macri, en referencia a Jaime Durán Barba, en los que se insta a "destruir, desmoralizar, aniquilar e incluso hasta llevar a terminar con su propia vida al enemigo". La jefa de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, que habló después de De Vido reclamó la "exclusión" de De Vido "por infame" y "traidor a la patria".
Asimismo, reconoció del ex funcionario "la mayor obediencia debida al Señor [Néstor] Kirchner", pero sentenció que el actual legislador "fue el cajero" del gobierno kirchnerista.
Fuente: La Nación