El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, denunció que el sector perdió 30 mil puestos de trabajo en los últimos dos años y aseguró que la importación indiscriminada de productos está arrasando con las industrias del rubro.
También alertó que los sindicatos tradicionales no permitirán que se avance en Argentina con una reforma laboral similar a la votada en Brasil, porque "significa volver a los años 30".
Igual, dejó abierta la posibilidad de negociar modificaciones al régimen laboral "que no afecten los derechos adquiridos".
"La situación está difícil, en marzo, abril y mayo hubo un statu quo sin suspensiones ni despidos, pero en este mes volvimos a ver cesantías por goteo y cierre de fábricas chicas", señaló Caló.
Culpó a las importaciones por la situación. "A los metalúrgicos nos matan, es el gremio que más sufrió con este plan económico".
Caló rechazó las críticas por la pasividad de la Confederación General del Trabajo (CGT), que, dijo, "se comportó como la sociedad quería". Esto sería que le dio al gobierno "el tiempo que necesita toda nueva administración" y apostó al diálogo, que "se rompió cuando los empresarios incumplieron el pago del bono a fin de año".
Fuente: La Capital