La láctea SanCor Cooperativas Unidas Limitada, actualmente en una negociación para la ventya de algunos activos al grupo Adecoagro, dejará de producir leche refrigerada y discontinuará, desde esta semana, la venta de ese producto en las variedades entera, parcialmente descremada y descremada, que comercializaba hasta ahora en sachet.
Según admitió una fuente cercana a la hasta hoy cooperativa, la decisión se adoptó "por falta de rentabilidad de esos productos". Otros adjudicaron la decisión a la "falta de insumos".
La medida comenzará a ejecutarse esta semana, por lo que ya no habrá leche entera y posteriormente no habrá ninguna variedad de leche de la citada marca en ese tipo de envase.
La información original se conoció a través de la página web especializada en lechería, que accedió a una comunicación en la cual la firma, radicada en Sunchales, les informó a los distribuidores que la empresa dejará de comercializar leche refrigerada. No se especificó si la medida será por un determinado tiempo o si definitivamente estos productos desaparecerán de las góndolas.
Voceros de la lechería santafesina admitieron que este tipo de presentación de la leche pasteurizada, otrora un símbolo comercial de las empresas del rubro, "ya no es rentable".
Incluso varios analistas del sector lácteo recordaron que "este producto tiene una rentabilidad negativa, y habiendo poca leche y otros productos que abastecer, se opta por aquellos que son más rentables", como crema, manteca, dulce de leche y distintas especialidades de queso, donde la compañía pondrá mayor atención.
También explicaron que la producción de la leche refrigerada conlleva una logística diaria (obligatoriamente) que demanda más recursos que la de los otros productos (que se pueden suplir con otra frecuencia de transporte), y que también responde a un contexto de cambios en el consumo, con consumidores que cada vez más se pasan a leche larga vida (UAT), con envases de cartón y aluminio.
Como se informó en su momento, en junio de 2016 la cooperativa le vendió su línea de productos frescos a Vicentín, una de las principales industrias del sector aceitero. Esa operación se concretó en US$51 millones, dinero que le permitió cubrir en parte las mayores urgencias financieras, ya que en su último balance SanCor mostró pérdidas por $1527 millones.