Como la remake de un clásico cinematográfico, el Gobierno decidió convocar a una mesa de diálogo social que en 2016 quedó trunca. Allí se sentará junto a empresarios y sindicatos dialoguistas. El encuentro será mañana en la Casa Rosada, con el presidente Mauricio Macri como figura central y varios de sus ministros. La etiqueta elegida es "Acuerdo Marco Nacional para el Cuidado del Empleo, la Productividad y el Salario" (Acepros).
En la órbita sindical destaca a la CGT que conducen Juan Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer. Léase, no hay resquicio para ninguna organización alineada en el 21F que comandan Camioneros con Hugo y Pablo Moyano a la cabeza, más la Corriente Federal (CFT) y los movimientos sociales (ver nota aparte). Hace dos años la misma intención había sido enarbolada por el entonces ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, pero todo quedó en la senda de buenas intenciones, sepultada con el veto a la ley antidespidos. Ahora cuando los efectos del acuerdo con el FMI arrasan con la mínima germinación de empleo, tal cual lo reconocen economistas cercanos a Cambiemos, el destino del encuentro no avizora algo más que paños fríos.