En la resolución de la Cámara, se citó al debate al representante del Ministerio Público Fiscal, los abogados de la querella y la defensa, y a más de 75 personas que deberán declarar como testigos.

El sacerdote Ilarraz carga con siete denuncias por abusos realizadas por ex seminaristas, las cuales se habrían perpetrado entre fines de los años 80 y principios de los 90 en el Seminario Arquidiocesano de Paraná.

El caso alcanzó trascendencia con la publicación de la revista "Análisis", en la que se reveló la supuesta violación y el abuso sexual cometido por Ilarraz, en perjuicio de por lo menos 50 chicos que entonces tenían entre 12 y 14 años de edad, desde 1984 hasta 1992.

Los alumnos de familias muy religiosas de localidades rurales entrerrianas asistían al Seminario Menor del Arzobispado de Paraná, en el que Ilarraz se desempeñó como prefecto de disciplina y director espiritual.

Según se denunció, una vez por año, el religioso elegía personalmente a 10 chicos de los que abusó sexualmente, para luego recompensarlos con privilegios especiales. En 1992, dos de las víctimas lo denunciaron al arzobispo de Paraná, Estanislao Karlic.