El caso de Rosalía Jara, desaparecida el 1 de julio de 2017 en el norte de la provincia de Santa Fe, sumó nuevos capítulos en los últimos días debido a que los investigadores realizaron un allanamiento en la vivienda donde vivía la joven en la localidad de Fortín Olmos. Allí secuestraron cerraduras con el objetivo de corroborar si corresponden con la llave que fue encontrada junto a los restos óseos el domingo 26 de agosto en la zona del arroyo Golondrina, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Vera.
Además, en otros procedimientos extrajeron muestras de sangre de la hija y la madre de Rosalía para poder cotejar el material con las muestras que serán enviadas al laboratorio forense de Buenos Aires.
Vale recordar que en el último rastrillaje a la vera del arroyo Golondrina, donde anteriormente habían sido hallados los huesos que se enviaron a analizar, los agentes policiales encontraron restos de plomo que se corresponderían con una bala y fragmentos de tela de jean.