En la actualidad hay un fuerte contraste entre las dos versiones de la Costanera Este. Entre el Puente Colgante y los viejos pilares del ferrocarril —y de la vieja aerosilla—, hay bares y restaurantes, una reserva ecológica, asfalto, senda peatonal, un sector con aparatos para hacer gimnasia y una muy buena iluminación. Es el paraíso de los grupos de runners y una hermosa plataforma para mirar el atardecer en la ciudad.

Pero cuando se dobla hacia la avenida y paseo Néstor Kirchner, en el tramo que va hasta el final del Parque Tecnológico Litoral Centro, la postal es más desprolija. El paisaje costero sigue siendo hermoso, pero en el mejorado de tierra hay huellas profundas, los “yuyos” están altos y se acumula mucha basura. Sobre todo preservativos usados, porque durante la noche la mala iluminación, el “romántico” marco de la Setúbal y la cercanía con la zona de boliches convirtieron a este sector en “Villa Cariño”.

Hay un problema más importante: cerca del parador, y también de la rotonda en la que termina el paseo, hay cárcavas y desmoronamientos en los taludes que no llegan a la avenida pero que es clave rellenar luego de las crecidas, que también “se comieron” parte de la línea costera en otros tramos.

Frente a estos problemas, hay varias secretarias del municipio —en conjunto con equipos técnicos de la UNL y el Conicet— que están elaborando un proyecto ejecutivo que implica una intervención más definitiva en un espacio de la ciudad que tiene un uso recreativo y que también es una defensa contra las crecidas en la cuenca del Paraná para el Parque Tecnológico, donde se consolida un polo de desarrollo biotecnológico y científico, y la Ciudad Universitaria.

Marcelo Pascualón, secretario de Planeamiento Urbano del municipio, contó que el proyecto está avanzado pero que va a llevar más tiempo porque también interviene la Secretaría de Recursos Hídricos —que analiza cómo defender mejor el sector de la erosión del río— y la Secretaría de Obras Públicas, que debe planificar la red de desagües.

“La idea es que sea una avenida asfaltada sin cantero central pero con cordones cuneta y con estacionamiento en el mano que da al Parque Tecnológico. También se mejorará la iluminación y se va a extender la senda peatonal que viene desde la Costanera Este”, adelantó Pascualón.

La idea de concentrar el estacionamiento en el este tiene que ver con priorizar el uso peatonal —también ciclístico— y mantener despejada la perspectiva y el horizonte de la costa de la Setúbal. La calzada por la que van a circular los vehículos va a tener dos manos por cada sentido de circulación, como corresponde a una avenida (de la misma forma que en la Costanera Este, pero sin el cantero central).

Al lado de la senda peatonal, el municipio tiene previsto colocar mobiliario urbano para que la gente pueda disfrutar de este espacio.

Desde el punto de vista hídrico, lo que se está analizando es cuál es el mejor sistema para contener la tierra y la arena en los sectores que se erosionan. En las dos cabeceras del paseo, esta colocado desde hace años el sistema de protección flexible —que también está en la Costanera Oeste— compuesto por geotextil tejido con bloques de hormigón adherido. 

Pero en la mayor parte de la avenida el talud es solo de tierra y arena, con cárcavas y desmoronamientos significativos en algunos sectores. “En relación con este punto, la planificación de los desagües es importante porque en la formación de las cárcavas influye que el agua de lluvia escurre sin conductos que la lleven a la Setúbal”, explicó Pascualón.

En los desmoronamientos que se produjeron al final del paseo, casi en la rotonda, es probable que también haya influido la última crecida que se mantuvo durante más de cinco meses, entre diciembre y mayo. 

Una vez que estén terminados los pliegos del proyecto ejecutivo —en los próximos meses—, la idea es gestionar los fondos ante el Gobierno Nacional para concretar la remodelación del paseo.

¿Y la placa Néstor Kirchner?

El Paseo de la Laguna avenida Néstor Kirchner se inauguró el 28 de octubre de 2011, en un acto que encabezó el entonces intendente Mario Barletta y del que también participó el diputado justicialista Agustín Rossi y el actual intendente José Corral, que en ese momento era el presidente del Concejo, entre otros funcionarios y políticos. Un año antes (el 27 de octubre de 2010) había fallecido el expresidente en el Calafate.

La decisión de denominar así al paseo —que en su momento generó cierto debate público por la cercanía histórica con la presidencia de Kirchner— surgió a partir de un proyecto que aprobó el Concejo Municipal (que presentó el exconcejal Luciano Leiva). En el marco del acto, se descubrió una placa homenaje a Kirchner, pero la vandalizaron a los 15 días (aparentemente la destrozaron a martillazos). La placa se restauró, pero en abril de 2012 la volvieron a romper. En la actualidad sigue rota y el monolito también está en mal estado.

Fuente: El Litoral