La madre de Rosalía, Liliana Jara, junto a un hermano de la víctima, familiares y amigos participaron del velatorio realizado en el Salón Comunitario de Fortín Olmos, para luego marchar casi 1 kilómetro hasta el cementerio comunal, donde fue depositada la urna.
En la tarde noche del domingo 26 de agosto, dos cazadores hallaron restos óseos en cercanías del puente sobre el arroyo Golondrina en el paraje El Bonete, más precisamente en el kilómetro 35 de la Ruta Nacional 98 del departamento Vera.
Los restos, un cráneo y otras piezas, fueron encontrados en un campo cercano al cauce de agua, una zona situada en el valle de inundación del arroyo que como consecuencia de la pronunciada bajante los dejó al descubierto.
Las ropas, una campera y una zapatilla rosada sin cordones, eran las que la joven de Fortín Olmos llevaba puestas en la noche de su desaparición el 1º de julio de 2017 y que fueron reconocidas por familiares de la joven mujer.
Por el caso, el profesor de Educación Física, Juan Valdéz, fue imputado en julio del año pasado por el delito de retención y ocultamiento de persona agravado en perjuicio de la joven desaparecida.
Para el fiscal de la causa, Gustavo Latorre, de acuerdo con las pruebas existentes, está probado que Valdéz fue el último que estuvo con la joven antes de que desaparezca si dejar rastros. El acusado es padre biológico de la única hija de Rosalía Jara, y por la cual la joven le reclamaba que se hiciera cargo de la paternidad. Esa circunstancia es calificada como la principal causa por la cual habría hecho desaparecer a la joven madre.
Tras el hallazgo de los restos, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) realizó los análisis correspondientes cuyos resultados fueron comunicados a la Justicia Penal de Vera. Allí confirmaron que los restos óseos hallados el 26 de agosto pasado en un arroyo del paraje El Bonete pertenecen a la joven Rosalía Jara.