Pese a algunas fluctuaciones, la primera semana de diciembre mostró una relativa calma cambiaria. El dólar minorista bajó 50 centavos a $38,30, según el promedio del BCRA, y el mayorista cedió 32 centavos a $37,40. Sin embargo, los analistas esperan, en mayor o menor medida, una suba del tipo de cambio impulsada por una mayor demanda estacional, que acercaría el minorista a $40 a fin de año. Algunos incluso creen que podría superar ese nivel antes de 2019. Además, advierten que el muy elevado riesgo país y las tensiones globales representan el peligro latente de un salto aun mayor.
La baja del dólar de la semana pasada coincidió con la decisión del Central de eliminar el piso de 60% para la tasa de las Leliq, aunque con la aclaración de que el recorte de tasas se manejará con suma cautela para no arriesgar la frágil pax cambiaria que se inició con la implementación del nuevo esquema de política monetaria. De hecho, el viernes la entidad conducida por Guido Sandleris tuvo que subir el rendimiento de las letras 15 puntos básicos y, a pesar de eso, liberó $29.400 millones, que moderaron el retroceso del tipo de cambio sobre el final de la rueda.
Con una débil estabilidad y en medio de las tensiones globales, abundan las presiones sobre el dólar. El aguinaldo, las vacaciones y las remisiones de utilidades a las casas matrices de las multinacionales extranjeras son los típicos factores que aumentan la demanda en diciembre. A eso se suma el vencimiento de Lebac del 19 de diciembre, que marcará su desarme definitivo y liberará $69.818 millones. Los especialistas acuerdan en que esos elementos impulsarán un alza en la cotización aunque no coinciden en su magnitud.
"Diciembre es un mes de mayor demanda. Yo creo que el mayorista puede subir algunos centavos más de lo que marca la banda inferior y ubicarse en $38-$38,50, pero no se prevé una corrida ni un fuerte salto, salvo que haya alguna mala noticia desde el exterior o algún problema interno que pueda cambiar las expectativas", señaló el analista financiero Christian Buteler. Con el mayorista en esos niveles, el tipo de cambio minorista se proyectaría por sobre los $39.
Martín Alfie, economista jefe de Radar, fue un poco más allá. Habló de una tendencia alcista que "puede llevar tranquilamente el dólar cerca de los $40". Aunque aclaró: "No creo que se observe algún salto abrupto, a menos que haya un shock internacional".
En cambio, el economista Mariano Kestelboim planteó un escenario aun más complejo para las últimas tres semanas del año con "una presión fuerte de la demanda por motivos estacionales y también por la debilidad de la economía local y las turbulencias internacionales, que va a generar que haya un aumento en el tipo de cambio, no sé si tan impactante como el que hubo a mediados de año, pero sí creo que va a superar los $40". Como complemento de los factores que pesan en diciembre, el analista alertó que "muchos ahorristas y grupos financieros que tomaron los bonos en pesos que emitió el Gobierno o que están en plazos fijos van a intentar anticiparse al efecto estacional y van a dolarizar parte de su capital". Además, agregó que "en los últimos días vimos una caída muy importante de las reservas" y sostuvo que "del lado de la oferta, más allá de los capitales del FMI, no hay otros canales importantes que permitan pensar en un tipo de cambio estable".
Pese a no esperar un gran salto en diciembre, tanto Buteler como Alfie advirtieron sobre una serie de factores latentes que hacen que no se pueda descartar una nueva disparada.
Para el economista de Radar, los mayores riesgos provienen de las tensiones globales: "El efecto G20 duró sólo un día y lo que parecía el inicio del relajamiento de las tensiones entre EE.UU. y China quedó tapado por otros eventos, entre ellos la detención de la directiva de Huawei. Eso puede contagiar a los países emergentes, y nosotros estamos en la posición más frágil. Creo que sin baja del riesgo país, es probable que tarde o temprano el tipo de cambio tenga un nuevo salto".
En esa línea, Buteler apuntó que "hoy hay un riesgo país que no deja de subir y reservas que caen todos los días. Son dos factores locales que pueden poner nervioso al mercado y hacer que se ponga más volátil".