Un tren de alta velocidad chocó en la mañana de este jueves con una locomotora de control de vías en el extrarradio de la capital turca, Ankara, provocando la muerte de nueve personas y 47 heridos, según informó el ministro de Transporte, Mehmet Cahit Turhan.

El siniestro se produjo unos seis minutos después de que el tren partiese a las 6.30 de la mañana (dos horas menos en la España peninsular) desde la estación de alta velocidad de Ankara. 

Cuando atravesaba la estación de Marsandiz, en la que no debía parar, el tren chocó frontalmente con una máquina de mantenimiento que realizaba una inspección rutinaria, aunque se desconoce la razón por la cuál se encontraba en la vía de alta velocidad precisamente a esa hora, en que debía pasar el primer servicio con destino a Konya (centro de Anatolia)

En esos momentos, el tren rápido aún no había alcanzado su punta de velocidad, sino que marchaba a unos 90 kilómetros por hora, según los medios turcos, lo que sin duda evitó un accidente aún mayor. 

Aún así, la locomotora y los dos primeros vagones del tren accidentado salieron de las vías con tal fuerza que el paso a nivel de la estación quedó destrozado y cayó sobre el ferrocarril. “Me hallaba en el sexto vagón, aún el tren no iba muy rápido y de repente vimos que el vagón se había separado y salido de la vía. Intentamos pasar al quinto vagón pero las puertas estaban bloqueadas”, explicó una de las viajeras afectadas a la agencia turca IHA.

Camiones de bomberos, ambulancias y equipos de rescate de protección civil se han desplazado al lugar del accidente para liberar a todos los que hayan podido quedar atrapados en los primeros vagones.

Los heridos han sido trasladados a hospitales cercanos y tres de ellos se encuentran en estado grave. De los fallecidos, tres eran maquinistas del tren de alta velocidad y el resto pasajeros, según explicó el ministro. “Nuestra esperanza es que no aumente el número de muertos. 

Los equipos están trabajando y cuando su trabajo termine compartiremos las cifras. También se están investigando las causas técnicas del accidente”, apuntó el gobernador provincial de Ankara, Vasip Sahin.

El pasado julio, un tren regional descarriló en el noroeste de Turquía en un accidente que costó la vida a 25 personas y heridas de diversa consideración a unas 340. El siniestro provocó una gran polémica ya que se descubrió que las causas estaban relacionadas con la falta de mantenimiento de la línea.(IHA/El país)