La corrida cambiaria, la devaluación, la inflación y la caída del consumo golpearon con fuerza el aparato productivo y los datos oficiales confirmaron ese crítico panorama y constataron que el país está en recesión al llegar al segundo trimestre consecutivo en baja.
De esta manera, según la información pública, el producto bruto interno (PBI) del país se ubicó en el período en análisis en $695.664 millones.
Respecto del segundo trimestre, la actividad económica experimentó un descenso del 0,7%, indicó el organismo encargado de las estadísticas oficiales.
El resultado del tercer trimestre fue menos grave que el del segundo -en la medición interanual-, en el que la caída había sido del 4%.
En cuanto al tercer trimestre, el sector que verificó la baja más fuerte fue el comercio mayorista y minorista, que se desplomó un 8,9%, seguido de la industria con un descenso interanual del 6,6%, respecto de igual período de 2017.
El sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura decreció 5,2% en el tercer trimestre con respecto a igual lapso del año anterior.
En tanto, la actividad de la construcción -uno de los más dinamizadores- tuvo una baja de 0,8% en el tercer trimestre, según la información difundida por el INDEC y la explotación de minas y canteras cayó 0,1%.
El valor agregado del sector pesca observó un crecimiento interanual de 7,3% y el sector electricidad, gas y agua creció 1,4% durante el tercer trimestre del 2018 con respecto al mismo trimestre del año 2017.
Según informó el organismo, el sector restaurantes y hoteles registró una baja de 3,5% y transporte, almacenamiento y comunicaciones mostró un decrecimiento de 3,8%, en el tercer trimestre contra igual período de 2017.
Por el contrario, la actividad de intermediación financiera observó un crecimiento de un 5,1% y las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler experimentó una suba de 1,1%.
La inversión bruta tuvo una caída del 11,2%, con baja del 1,5% en el sector de construcciones, 13,3% en maquinaria y equipo, pero el derrumbe muy fuerte en la formación de capital fue en transporte, con una retracción del 36%.