Por otra parte, el acumulado de los primeros once meses del año registró una caída acumulada de 2,3%.
En los primeros once meses del año, y en la comparación con el mismo periodo de 2017, la siderurgia continúa liderando el crecimiento industrial con un avance de 8,5%.
En tanto, la producción automotriz acumuló en el periodo de enero a noviembre una mejora de 1,8% en comparación con el mismo lapso del año anterior, seguida por la producción de alimentos y bebidas (+0,3%) y de papel y celulosa (+0,2%).
La producción de minerales no metálicos (‐1%) e insumos textiles (‐1,7%) cayeron a un ritmo inferior al promedio de la industria en el periodo enero-noviembre y las restantes ramas muestran una caída más profunda que el promedio de la industria: despacho de cigarrillos (‐3%), procesamiento de petróleo (‐5.7%) y la producción de insumos químicos y plásticos (‐6,4%) y del complejo metalmecánico (-8,2%).
En cuanto a la clasificación según el tipo de bienes, todos tuvieron retrocesos en los primeros once meses del año: la mayor caída fue para la producción de bienes de capital, que acumuló -6,8% en la comparación con el mismo periodo del año anterior.
También los bienes de consumo durable retrocedieron (-4,1%) en los primeros once meses del año, mientras que los bienes de uso intermedio se contraen 2,2% en el mismo período.
Finalmente, la producción de bienes de consumo no durable retrocedió 0,2% en el periodo enero-noviembre en la comparación con igual periodo del año anterior.
En términos desestacionalizados, en noviembre la producción industrial mostró un retroceso de 1,6% respecto de octubre.
El informe de FIEL sostuvo que "la actual fase recesiva de la industria acumuló 16 meses con una contracción equivalente anual de 6,6%, un ritmo de caída inferior al promedio observado en los diez episodios recesivos previos desde 1980 a la fecha (que alcanzó 14,3%)".
No obstante, subrayó que el derrape de la actividad económica "se aceleró en los últimos meses".