Messi no muestra los dientes, pero está sonriendo. Sentado sobre un 10, apoya las manos en sus rodillas y mira fijo a la cámara que inmortaliza ese instante. Thiago, su hijo mayor, está al lado en una posición muy similar, aunque casi tapado por el N°42 de Touré Yaya. Varios N°10 de Leo los respaldan. Casi sobre el techo, el N°8 de Pablo Aimar en Zaragoza presume su lugar de privilegio. También resaltan el N°1 de Casillas y el N°7 de Raúl, ambos de Real Madrid, que casi modelan para la foto. Están el N°11 de Verón (de Estudiantes, claro) y hasta el N°21 de Vangioni con la banda roja. Sin amarillas a la vista, sobre el costado izquierdo de la imagen, el N°11 que utilizó Pablo Pérez en Málaga se pierde entre el N°9 de Luis Suárez, estampado sobre un color fosforescente, y algunas casacas de Atlético de Madrid. Y hasta hay perlas ocultas que resaltan incluso más que los números de las grandes estrellas. Un ejemplo lo confirma: el N°5 que Hernán Lamberti lució en Aldosivi, de Mar del Plata.
Fueron muchas de las preguntas que surgieron en las diferentes redes sociales. Que la Pulga tenga el N°10 de Totti o el N°16 del Kun Agüero es lógico, y hasta no hace falta encontrarle una explicación. ¿Quién no quiere cambiar su casaca con el mejor futbolista del mundo? Pero que la de un equipo de la Argentina, que no sea de los grandes, llegue a ese lugar de privilegio, necesita una explicación. Y el propio Lamberti, hoy futbolista de Central Córdoba, de Santiago del Estero, contó la historia.
"El tatuador de Messi es muy amigo mío. También me tatúa a mí. A principios de 2016, antes de uno de sus viajes, le pregunté si le podía acercar una camiseta mía y me dijo que no había problemas. No tenía ni idea si la iba a recibir, pero por suerte la recibió", cuenta el futbolista, de 33 años, por teléfono desde la concentración del equipo en Buenos Aires, adonde llegaron para el partido de mañana ante Los Andes, por la B Nacional. Claro, el intermediario fue Roberto López, el marplatense que tatúa a Leo desde hace muchos años y que tiene relación con muchos futbolistas que juegan en el país y en el exterior.
Fuente: La Nación