En el final del año, el sacerdote, reflexionó sobre la necesidad de examinar el año para tratar de mejorar en el futuro. La primera conclusión que obtiene es la necesidad de un fuerte replanteo para tratar de descubrir que nos pide Jesús en este tiempo como sociedad.
“Hay que poner la mirada sobre las periferias, animarnos a encontrarnos con el pobre, con el que sufre” dijo el padre José.
Y agregó “Si quisiéramos trasladar el Evangelio al contexto actual, Jesús sería un luchador por la vida y exigiría que no postremos a las personas a la pobreza”
En esta sociedad “muchos son religiosos, pero no cristianos. En una comunidad de hermanos, siempre los más grandes cuidan de los más pequeños. Aquí los que tienen una mejor situación se deben ocupar de los que la están pasando peor”.
“La virtud del cristianismo no es la inteligencia o la fe, la virtud del cristianismo es la caridad”, sentenció.
A modo de mensaje de fin de año, el sacerdote deseó “que la mirada dirigencial se enfoque en aquellos que son frágiles, los pobres, los más pequeños”