Todo estaba preparado en Mar del Plata para que la gobernadora María Eugenia Vidal inaugure las playas públicas de la ciudad. Sin embargo, un extraño episodio ocurrió minutos antes.

Carlos Arroyo, intendente de la ciudad balnearia y la más visitada de la costa argentina, se fue antes de la llegada de la gobernadora de la Provincia.

“Este no es un lugar digno para un intendente, ustedes hagan lo que quieran, yo me voy a la mierda”, manifestó el funcionario. Seguido a esa frase, dio media vuelta y se fue.

Ante el desconcierto de los demás funcionarios, ellos rápidamente intentaron llamarlo para que vuelva al lugar, en donde estaba junto a periodistas detrás de una valla. Junto al secretario de Hacienda de la comuna, Hernán Mourelle, se dirigió hacia la camioneta en la cual había llegado hasta allí y le ordenó al chofer que arrancara.

“No es un lugar digno para un intendente”, había expresado Carlos Arroyo cuando desde el personal de protocolo le informaron a él y a su equipo el lugar que tenían asignado para este acto.

Media hora después de este extraño episodio, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal se hizo presente en el lugar para dar comienzo al acto: “Tenemos las mejores expectativas para esta temporada”, manifestó, sin hacer mención a lo ocurrido con el Intendente de la ciudad.

Cabe destacar que la relación entre Arroyo y Vidal no es la mejor, y junto a él se fueron los integrantes del radicalismo, al parecer algo molestos por la presencia del diputado Guillermo Montenegro, aspirante a la intendencia de Mar del Plata.

Fuente: Mitre