River Plate comenzó su defensa de la Copa Argentina con una deslucida victoria sobre Atlas por 3-0 en un colmado Estadio Padre Ernesto Martearena y avanzó a los 16avos de final del certamen, instancia en la que se medirá con Instituto de Córdoba.
El conjunto orientado tácticamente por Marcelo Gallardo prevaleció por la jerarquía de sus hombres ante el mediático equipo de la Primera D que opuso voluntad y les causó alguna complicación en el segundo tiempo.
En el primer período, Gonzalo Martínez e Ignacio Fernández marcaron los goles del 2-0 parcial del equipo de Núñez, que jugó con todos sus titulares y utilizó el encuentro para intentar afinar aspectos del juego de cara al cruce de cuartos de final de la Copa Conmebol Libertadores ante Jorge Wilstermann de Bolivia, serie que se desarrollará en el mes de septiembre, con el compromiso de ida en el Félix Capriles, en Cochabamba.
En la segunda etapa, el Millonario disminuyó de un modo importante su producción y recién sobre la hora marcó el 3-0, debido a un penal que convirtió el Pity Martínez.
River no tardó en abrir un partido que se le había presentado sencillo desde el minuto inicial. A los 5 minutos avisó con un cabezazo al piso de Lucas Alario que atajó Rodolfo de Rosa sin dificultades. Y a los 13 el Pity Martínez recibió un balón de Lucas Alario apenas afuera del área y sacó un derechazo que se metió junto al primer palo del arco defendido por De Rosa. Desde entonces y hasta el final del episodio River tuvo varias situaciones para aumentar -una muy clara en los pies de Lucas Alario- hasta que a los 42 llegó el segundo tanto.
De una buena combinación entre Enzo Pérez y Jorge Moreira surgió un centro del paraguayo desde la derecha que Nacho Fernández conectó de cabeza a la red para cerrar el parcial con dos goles de ventaja. En la segunda parte el Millonario bajó su rendimiento de un modo preocupante y hasta el elenco de la Primera D le llegó en alguna ocasión.
Sobre el epílogo el conjunto del ascenso sintió el cansancio y el Millonario volvió a dominar las acciones para redondear el 3-0. Eso sí, en los minutos finales quedó tiempo para la emotiva despedida de Wilson Severino, el histórico goleador de Atlas, quien había dejado el fútbol, pero se preparó durante dos semanas para jugar unos minutos en el partido más importante de la historia del club. Y hasta se dio el gusto de, ni bien ingresó, darle un abrazo al emblemático Leonardo Ponzio.