La semana pasada, la AFA determinó que los promedios para el descenso dejarán de existir a partir de la próxima temporada en los torneos que organiza. Es decir, los del ascenso. Pero la Superliga eligió el camino opuesto y decidió mantenerlos para el torneo de Primera División.
En reunión de Comité Ejecutivo, la Superliga ratificó que seguirá usando los promedios para determinar qué equipos pierden la categoría, como ocurre desde 1983 en nuestro país.
Además, se aprobó que el equipo que lleve visitantes (cuando se los autorice) se quedará con el 20% de la recaudación neta de las entradas que venda a sus hinchas.
Y otra medida importante fue que se puso en discusión el modelo de torneo para la temporada 2019-2020, ya con 24 clubes. En la próxima reunión se presentarán proyectos para aprobar el formato de dos torneos durante toda la temporada, por lo que volverían el Apertura y el Clausura.
En nuestro país, los promedios se implementaron por primera vez en 1957, y no como se cree erróneamente en 1983. Aquella vez se sumaron los puntos de la temporada 1956 y 1957 y se dividían por dos (por torneo en vez de por partidos jugados), coeficiente que determinó que Ferro descendiera.
En 1958 se agregó un año más y se dividió por tres, y Tigre tuvo que irse de Primera (también había salido último en la tabla de posiciones). Esto duró hasta 1963 y quienes se fueron a la B fueron Central Córdoba (1959), Newell's (1960), Lanús y Los Andes (1961) y Ferro y Quilmes (1962), hasta que en 1963 se suspendió la medida.
Pero 20 años más tarde (en el Metropolitano 1983) se retomó con los promedios como forma de determinar qué equipos perderían la categoría, sistema que esta temporada cumple 36 años.
Fuente: El Once