El arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, aseguró que la Iglesia "está sufriendo un largo y doloroso proceso de purificación, marcado por el escándalo de graves pecados y delitos de sus miembros".
"Aquellos que se sienten abandonados y desilusionados por la Iglesia, o víctimas de las miserias de sus miembros, quisiera decirles que los comprendemos y nos duele su situación", expresó Puiggari en una carta pastoral dirigida a la comunidad eclesiástica.
En Entre Ríos, los sacerdotes Juan Diego Escobar Gaviria y Justo José Ilarraz, fueron condenados a 25 años de prisión por abuso sexual a menores, la máxima pena que en Argentina recibe un sacerdote por ese delito.