Los asistentes se encontraban celebrando un casamiento en un salón ubicado en el Dique II del Puerto de Santa Fe cuando se desató el temporal de lluvia y ráfagas de viento que promediaron los 100 kilómetros por hora.
La escena parece salida de una escena cinematográfica: los vidrios del lugar estallaron, el agua comenzó a entrar por todos lados y los invitados entraron en pánico.
"La gente entró en shock, un niños fue raspado en la frente por uno de los vidrios que se rompió, algunas personas tenían sangre en la ropa y pequeños cortes, aunque no hubo heridos de gravedad, afortunadamente", explicó uno de los presentes.