River Plate comenzó su defensa del título de campeón de la Copa Libertadores alcanzado en diciembre pasado en aquella épica final ante Boca Juniors en el Santiago Bernabéu con un empate 1 a 1 logrado en el quinto y último minuto de descuento por el juvenil Cristian Ferreira con un espléndido tiro libre.
Y justamente Ferreira había ingresado promediando el segundo tiempo por el colombiano Juan Fernando Quintero, un especialista en la materia, luego de anotar su primer tanto en primera división el sábado pasado frente a Newell's Old Boys por la misma vía. Previamente el arquero local Pedro Gallese le desvió un tiro penal a Rafael Santos Borré.
La defensa del título mostró desde el principio de este encuentro por la primera fecha del Grupo A que se jugó en el Estadio Nacional, de Lima, a un River sólido, compacto, que recuperaba en el medio con Enzo Pérez y Leonardo Ponzio y preocupaba a su rival por los costados con Ignacio Fernández y Juan Fernando Quintero.
La circulación del balón encontraba en Lucas Pratto al pivote ideal para que River llegara con pases filtrados por el medio o bien con extensiones sobre los costados, especialmente el derecho, donde la velocidad de Rafael Santos Borré era incontrolable para José Guidino.
Todo transcurrió por ese camino durante la primera media hora de partido y parecía que el gol de River estaba al caer, hasta que un grave error defensivo le dio inesperadamente la ventaja a los dirigidos por el argentino Miguel Ángel Russo.
Un saque lateral al medio del área provocó que se molestaran en el rechazo defensivo Javier Pinola y Fernández, lo que derivó en un cabezazo defectuoso y hacia atrás de "Nacho" que dejó solo en el área chica a José Manzaneda para que, con todas las facilidades, rematara corto al gol.
Esa desventaja, propiciada por un error propio y no por mérito del rival, impactó en el andar del conjunto visitante, que decayó en su producción, como si hubiera perdido repentinamente la confianza en lo que estaba haciendo, y por eso la pelota pasó a ser propiedad de los peruanos durante todo el cuarto de hora restante.
La segunda mitad comenzó con las mismas características con que había finalizado la primera, vale decir con los limeños manejando la pelota y River desgastándose en la recuperación.
Pero los designios del destino iban a depararle al partido una circunstancia similar a la que derivó en el gol de Alianza Lima, y casi a la misma altura del período, apenas superada la media hora.
Un tiro libre desde un costado del ingresado Cristian Ferreira, mal ejecutado, rebotó en su compañero Enzo Pérez haciéndolo caer al piso, pero la fortuna hizo que el balón derivara en un adelantado Javier Pinola que intentó un centro que fue cortado instintivamente con la mano derecha dentro del área local por Rodrigo Cuba. Penal y la chance de River de empatar en los pies del colombiano Santos Borré, que disparó a media altura, a la derecha del arquero Pedro Gallese, que se lució al desviar con su mano diestra para que la pelota rebotara en el travesaño y se fuera de la cancha.
El pasado domingo, por el torneo peruano, el arquero que defendió a la selección dirigida por Ricardo Gareca en el Mundial de Rusia le había detenido otro penal al delantero argentino de César Vallejo, Germán Pacheco.
A partir de esa instancia y hasta el final del encuentro la gobernabilidad del desarrollo pasó nuevamente a manos de River como al principio, pero ya sin Quintero y Pratto en cancha (fueron reemplazados por Cristian Ferreira y Matías Suárez, respectivamente) por decisión del técnico alterno Matías Biscay (Marcelo Gallardo estuvo en un palco, purgando la primera de las dos fechas de suspensión que debe cumplir) pareció carecer de precisión en la generación y en la definición.
Sin embargo River tiene, sigue teniendo en realidad, el aura de campeón, que también sale del buen trabajo que generan sus divisiones inferiores, y de ello no está exento ni mucho menos el "Muñeco" Gallardo, sino todo lo contrario.
Es que se jugaba el quinto y último minuto de descuento que había otorgado el árbitro colombiano Wilmar Roldán cuando uno de los ingresados, Matías Suárez, recibió una falta cerca del área peruana cuando encaró como Pratto, y el tiro libre lo ejecutó Ferreira con la precisión y espectacularidad que lo suele hacer Quintero. Fue gol, golazo, y empató River, porque Alianza Lima ni siquiera tuvo la chance de sacar del medio. Nadie lo podía creer en el colmado Estadio Nacional, pero era algo "lógico". Por ahí había pasado el campeón.