En pocas horas la Formula 1 abrirá oficialmente un nuevo Campeonato del Mundo cuando los 20 autos salgan a pista en el primer entrenamiento sobre el pintoresco Albert Park, en la bella ciudad australiana de Melbourne.
Atrás quedaron los test de pretemporada realizados en Barcelona durante ocho días, pruebas que sirven para sacar algunas conclusiones pero también para despertar ciertas dudas, que quedarán diluidas apenas veamos las clasificaciones y carreras.
Mercedes se mostró fuerte en las pruebas, pero no tanto como en otras temporadas. El potencial seguirá estando y Lewis Hamilton intentará buscar su sexta corona. Será un año clave para Valtteri Bottas. Su 2018 fue malo y de repetir esa performance su futuro comenzará a ponerse gris.
La diferencia respecto a otras pretemporadas es que se ha visto muy bien a Ferrari. Sin contar algunos inconveniente aislados, que también tuvo Mercedes, los italianos mostraron autos confiables y rápidos. Un concepto aerodinámico elogiado por todos. En 2017 y 2018 distintos errores de conducción y de equipo privaron a los autos rojos de , al menos, estirar la pelea hasta el final. Contra ello deberán luchar y contra la disputa en pista entre Sebastian Vettel y el joven y figura Charles Leclerc. Según declaraciones del nuevo jefe Mattia Binotto y para bien de los espectadores, no habrá favoritismos en el primer tramo del torneo.
Red Bull está ante una temporada diferente. Con las unidades de potencia de Honda esperan contar con más potencia. Si lo logran y frenan los problemas de confiabilidad, serán fuertes. Max Veerstappen arranca como figura, ya sin Daniel Ricciardo -pasó a Renault - y con Pierre Gasly de compañero. El francés tuvo dos fuertes despistes en Barcelona y estas son situaciones que generan disgusto en los equipos. Si puede manejar esa presión y volcarla a su favor podrá tener un buen año.
Renault tiene como objetivo en 2019 vencer a Red Bull. Un verdadero desafío que esta respaldado con mayor presupuesto y la incorporación de Ricciardo junto a Nico Hulkenberg. El tiempo dirá si esta meta que se han puesto es real o demasiado ambiciosa. Es probable que en su intento tengan que luchar contra otras escuderías que pujan por destacarse como Haas, Racing Point y McLaren. Haas mantuvo a sus dos pilotos, Romain Grosjean y Kevin Magnussen, ambos aguerridos y polémicos. Racing Point conservó la experiencia de Sergio Perez y sumó la juventud de Lance Stroll. McLaren renovó sus dos butacas incorporando a Carlos Sainz y a Lando Norris por Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne. El equipo liderado por Zak Brown lucha por volver a los tiempos de gloria. Los test fueron buenos a diferencia de años anteriores, incluso dominaron algunas jornadas al final del día. Se espera verlos en mitad del pelotón, tal vez algo más firmes que en 2018 y soñando con algún podio en aquellas carreras en las que pasan cosas en la punta.
Alfa Romeo, Toro Rosso y Williams completan el grupo de 10 equipos. El primero de estos tres necesitará aprovechar la tecnología de Ferrari para volver a aparecer en los puntos, tal cual lograron con Leclerc en 2018, ahora con Kimi Raikkonen y Antonio Giovinazzi. Toro Rosso sigue de cerca la evolución de su hermano mayor Red Bull. Ahora comparten también a Honda, lo que es un punto a favor al momento de sacar conclusiones y progresar. Danil Kvyat y Alex Albon serán sus figuras. Por último Williams. Un equipo acostumbrado al éxito, a pelear campeonatos y a elegir pilotos entre los mejores, que en la actualidad está viviendo una pesadilla. Últimos en 2018, todo lo que logren será un avance. La apuesta del equipo es con Robert Kubica y con George Russell.
Australia recibirá a la primera de 21 carreras en 2019. En horas saldrán a pista y se acabarán las especulaciones. Si bien Melbourne no es el escenario ideal para una evaluación de rendimiento precisa, servirá para hacernos una primera idea acerca de quien funciona y quien no, que tal funcionan los cambios reglamentarios, quienes se van con una sonrisa y quienes con una preocupación.