En los últimos días los consumidores notaron la faltante de productos lácteos en las góndolas de locales en distintas ciudades de la provincia. Aseguran que disminuyó la producción por una cuestión estacional, y también lo atribuyen a una cuestión comercial donde se prioriza la exportación en relación al mercado interno.
En los comercios se puede advertir carteles que indican un tope a la cantidad de productos por persona ante la falta de mercadería en este rubro. Con respecto a la leche fluida, ronda entre los $38 y los $50, dependiendo de las marcas. Los empleados que reponen los productos señalaron que "todos los días hay un aumento nuevo". En tanto, la faltante se nota en las primeras marcas, principalmente; aunque la baja en las ventas disimulan la situación.
Marcelo Aimaro, presidente de la Mesa de Lecheros de Santa Fe, sostuvo: “Es una cuestión comercial”. Aunque advirtió que “disminuyó la producción en los últimos años y en este momento también por una cuestión estacional, creemos que la leche alcanza y sobra”.
Aimaro consideró que existe una política comercial de los supermercados de acompañar la inflación con los precios en las góndolas. Lo mismo sucede en relación a la inexistencia de segundas marcas o inclusive, de variedad de primeras marcas. “Lo que sucede es que la política de hoy es no intervenir, hay libre mercado, mientras se pagan precios altos por la leche, el productor recibe 10,40 pesos por litro más IVA”, apuntó.
Otro costado de la problemática es la ausencia del producto en sachet. “Ha desaparecido porque se prioriza la exportación, se sigue aumentando el precio del producto pero no se produce, esto hace que en los últimos años desapareció un sinnúmero de tambos y las vacas se convierten en hamburguesas”, alertó.
“Hay una gran distorsión entre el precio que se paga y lo que recibe el productor, si esto no se corrige se va a agravar”, dijo y vaticinó: “No veo un cambio, es un problema comercial que sigue, la producción decrece en el país pero –insistió– la falta de leche es comercial”.
