Sin Lionel Messi, instalado ya en Barcelona a la espera del derbi ante Español, y sin Pity Martínez, desgarrado, la Selección de los 31 apellidos que ahora ya son 27 volvió a Valdebebas tras la derrota sufrida en la lujosa casa del vecino menos rico de la ciudad, y se entrenó por la tarde.
La ausencia del mejor jugador del mundo, claro, hizo que sólo un puñado de enviados argentinos asistiera a los 15 minutos de apertura de puertas de la práctica. Ni cámaras, ni prensa escrita, ni radios, ni agencias de noticias locales. Efecto Messi. Y eso que la temperatura subió unos cinco grados y la tarde era cálida y agradable. Los encargados de seguridad parecían menos celosos; casi piadosos tras el 1-3.
Como suele ocurrir el día después, todos aquellos que formaron parte del encuentro del viernes (salvo quienes ingresaron pocos minutos) se movieron liviano. Los arqueros trabajaron por su lado y los doce restantes realizaron ejercicios con pelota. Los que hicieron delante de la prensa consistieron en agruparse de a tres y trazar diagonales con pases de primera, todo bajo la conducción del preparador físico Luis Martín y de los asistentes del entrenador principal, Roberto Ayala y Walter Samuel.
En el arco se turnaron Esteban Andrada y Juan Musso, mientras que Scaloni paró a Renzo Saravia, Germán Pezzella y Marcos Acuña; Guido Rodríguez e Iván Marcone; Matías Zaracho, Manuel Lanzini y Rodrigo de Paul; Ángel Correa y Paulo Dybala.
Es cierto que hay muchas chances de que este no sea el once titular, ya que hay varios jugadores que tuvieron el descanso lógico tras el partido ante los venezolanos y retomarán las prácticas este domingo a la par del resto. Pero el DT, en su cabeza, ya está reacomodando las piezas.
El de Marruecos será el último encuentro que Argentina tendrá antes de la Copa América en Brasil, en junio, por lo que el entrenador debe encontrar los mejores intérpretes para lo que busca llevar a cabo, sabiendo que está siendo muy observado y cuestionado luego del flojo rendimiento de sus jugadores, además de haber realizado una prueba fallida a nivel táctico ante un rival que solamente le había ganado una vez en su historia a la Selección.
Fuente: El Once