Una mujer árbitro de fútbol que fue agredida el fin de semana último con agua hirviendo en un partido de primera división de la liga sanjuanina, dijo ayer que no abandonará la actividad, mientras las autoridades del club involucrado indicaron que identificaron al agresor y le prohibirán el ingreso a la cancha de por vida.
"No sé por qué la furia, pero no voy a bajar los brazos", dijo Rosana Paz, quien se desempeñaba como jueza de línea en el partido que el Club Marquesado le ganaba a San Martín por 1 a 0 cuando le tiraron agua hirviendo desde las tribunas.
La mujer recibió asistencia inmediata, pero decidió seguir jugando el partido "porque faltaban nada más que dos minutos para finalizar".
Paz detalló que "sentí que me cayó algo caliente en la espalda y levanté la bandera para contarle al árbitro lo que pasaba. Sentía calor y pedí que me tiraran agua fría".Dijo que "jamás me tocó vivir una situación de esa magnitud" y que "no entendía la reacción y el porqué de tanta rabia. Quizás habíamos adicionado unos minutos y se enojaron porque iban ganando, no sé. Me dejaron sorprendida, es la primera vez que me pasa", señaló.
La mujer, que es árbitro y jueza de línea desde hace dos años en las ligas A y B del fútbol local, sostuvo que "es indignante lo que me pasó y la locura con la que se vive el fútbol a veces", pero que "no voy a dejar porque me preparé mucho tiempo para hacer esto y ahora cuando empiece la B, espero tener la oportunidad de dirigir como árbitro principal". Paz señaló que dentro del campo de juego recibe "desde insultos hasta piropos, pero tuve una agresión física", tras lo que indicó que no va a abandonar las canchas a pesar de que "mi familia está asustada".
"Esto me da muchas fuerzas. Después de lo que pasó seguí trabajando, entrenándome y ya me estoy preparando para el fin de semana próximo", indicó.
Fuente: La Capital