La Cámara de Casación Nº 1 de Paraná, presidida por Alejandro Cánepa, rechazó por unanimidad de criterios y de votos el recurso interpuesto por el defensor del sacerdote Justo José Ilarraz y confirmó la sentencia a 25 años de prisión por abuso y corrupción de menores y adolescentes que recibió el religioso el 21 de mayo de 2018.

En aquel entonces la Sala Segunda de la Cámara de Primera en lo Criminal de Paraná lo consideró responsable del delito de promoción a la corrupción de menores agravada por ser encargado de la educación -en cinco hecho- y del delito de abuso deshonesto agravado por ser encargado de la educación", informaron desde el Poder Judicial de la vecina provincia.

Asimismo la decisión del tribunal también mantiene la prisión domiciliaria con tobillera electrónica hasta que la condena quede firme ya que la defensa realizó otras instancias de reserva de impugnación extraordinaria ante el Superior Tribunal de Justicia y ante la Corte.

La audiencia comenzó este lunes a las 9 de la mañana, y fue presidida los jueces Alejandro Cánepa, Cristina Lía Van Dembroucke y Dardo Tórtul, quienes en forma unánime ratificaron con sus votos la condena. 

El 21 de mayo de de 2018, los jueces Alicia Vivian, Carolina Castagno y Gustavo Pimentel lo condenaron por unanimidad a la pena máxima que establecía el Código Penal de ese entonces.

Según publicó el portal El Once, la Asociación Contra el Abuso Sexual en la Infancia celebró el reciente fallo judicial e instó a denunciar hechos similares. "Esta es una condena ejemplificadora. Celebramos que la Justicia dé lugar a estas denuncias por estos perversos seriales que tanto daño han hecho, y siguen haciendo a nuestros niños", indicaron los referentes Norma Romero, María Inés Barsanti, Lisa Emeri y Enrique Miño de Así Basta.

En ese sentido, valoraron que "Entre Ríos es una de las provincias en las que se ha visibilizado la perversidad de muchos abusadores, en el caso de Ilarraz fue el puntapié inicial y le siguieron Gaviría y Moya". 

Vale recordar que el viernes último se conoció la condena a 17 años de prisión contra el sacerdote Marcelino Moya, acusado por abuso de menores de edad en una parroquia de Villaguay entre 1992 y 1997, en un proceso tramitado en el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay.