El nuevo emperador de Japón, Naruhito, ascendió formalmente el miércoles al Trono del Crisantemo, y abrió así una nueva era imperial en una solemne ceremonia realizada un día después de la abdicación de su padre, la primera en dos siglos.
Naruhito había sido oficialmente el emperador desde el primer minuto del día, pero el proceso se formalizó al heredar los objetos sagrados que confieren legitimidad al monarca japonés.
El nuevo emperador llegó a la ceremonia vistiendo un traje de corte occidental y una gruesa cadena de oro, acompañado por integrantes masculinos de su familia, incluyendo su hermano, el príncipe Fumihito Akishino.
La ceremonia tuvo lugar en el primer día de la nueva era imperial, la era Reiwa ("Bella armonía"), que se extenderá por todo el reinado de Naruhito.
En el Salón del Pino, en el Palacio Imperial japonés, Naruhito, de 59 años, fue presentado a los objetos sagrados que su padre Akihito dejó en la jornada anterior, incluyendo una espada y una joya, así como un sello real.
Fuente: Infobae