El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha pedido al Congreso aprobar en forma urgente un crédito extra de unos 248.000 millones de reales (63.500 millones de dólares) para pagar pensiones, ayudas sociales y subsidios a las familias pobres.
La discusión gira en torno a la liberación que debe realizar el Congreso de una partida presupuestaria extra, que fracasó en una sesión el miércoles pasado, y debe retomarse mañana, martes.
“Tiene que ser aprobado pero no por mi, sino por quienes reciben esos beneficios”, dijo Bolsonaro el sábado por la noche en un breve contacto con periodistas. El mandatario escribió el sábado en su cuenta de Twitter que sin la aprobación del crédito extra se verá obligado a “suspender el pago de beneficios a ancianos y a personas con deficiencia a partir del 25 de junio.
En los meses siguientes faltarán recursos para pagar jubilaciones y pensiones, Bolsa Familia y Plan Zafra”. Bolsa Familia es el principal programa de ayuda social a los pobres de Brasil y el Plan Zafra está diseñado a otorgar subsidios y crédito a los agricultores familiares pequeños.
El presidente apeló al “patriotismo” y a la “responsabilidad” de los legisladores para aprobar el dinero extra. En pleno ajuste de gastos, el gobierno brasileño pidió al inicio de la gestión Bolsonaro iniciada el 1 de enero un crédito extraordinario con emisión de títulos del Tesoro Nacional, pero este dinero extra depende del acuerdo de diputados y senadores.
Según el Ministerio de la Ciudadanía de Brasil, faltará dinero para pagar el llamado Beneficio de Prestación Continuada (BPC) a ancianos más pobres y las personas con discapacidad, que suman unas 2 millones de personas.
Según el gobierno, la autorización de este crédito extra es fundamental para enfrentar los gastos sociales sin incumplir la llamada “regla de oro” que impide la emisión de deuda para pagar gastos corrientes. (Xinhua/Nodal.am)