La fiscal Rossi tomó la decisión horas después de la salida de Silva del área de Salud Mental del hospital Schestakow, de la localidad mendocina, donde estuvo internada durante el fin de semana después del episodio.
Más temprano, Rossi confirmó que la mujer era imputable y que tenía varios elementos probatorios en el expediente, entre ellos testimonios que resultaron determinantes para su imputación.
La Dra. Rossi imputó por doble homicidio agravado a la acusada Julieta Silva.
Con esta carátula Rossi da a entender que Silva, de 30 años, comprendió la criminalidad del acto y buscó matar a Fortunato, de 25 años, con su automóvil.