El premier Boris Johnson ha rechazado contundemente la posibilidad de un segundo referéndum de independencia en Escocia. "Ya tuvieron uno en el 2014 y fue un evento para toda una generación", declaró Johnson en una entrevista a Sky News, parafraseando a David Cameron tras la victoria del "no" por diez puntos (55% a 45%).
"La independencia está cerca, se puede tocar con la mano", proclamó Sturgeon ante más de 10.000 seguidores del Partido Nacional Escocés (SNP). La líder independentista anunció su intención de dirigir una carta "al nuevo inquilino de Downing Street, sea quien sea", antes de fin año y reclamando "poderes" para poder convocar una nueva consulta soberanista en el 2020.
Sturgeon necesitaría en cualquier caso la aprobación del Parlamento de Westminster, pero el líder laborista Jeremy Corbyn ha expresado también su rechazo: "Un nuevo referéndum en Escocia no es deseable ni necesario".
Sturgeon confía sin embargo en lograr un nuevo impulso en las elecciones del 12 de diciembre, en la que el SNP parte con una intención de voto del 43%, frente a la previsible debacle de los dos grandes partidos nacionales por el caos del Brexit.
Boris Johnson pidió por primera vez "perdón" a los británicos por no haber podido cumplir su promesa de salir de la UE el 31 de octubre y por haber pedido una extensión pese a haber advertido en su día que "antes muerto en una zanja".
"Es una decisión que fue dolorosa y que lamento", declaró a Sky News. "La diferencia con otros partidos es que nosotros tenemos un acuerdo y lo podemos aprobar a mediados de diciembre, si logramos la mayoría necesaria en el Parlamento".
A la pregunta sobre si los votantes pueden confiar en él después de incumplir su promesa, Johnson respondió: "No olvidemos las circunstancias en que ocurrió. Retrasa la salida porque el Parlamento aprobó la ley de rendición".
El líder conservador aprovechó la ocasión para decir "no, gracias" a la propuesta de Donald Trump para firmar un pacto electoral con el líder del Partido del Brexit Nigel Farage.
Johnson respondió también a las críticas del presidente norteamericano a su acuerdo con Bruselas. "Es un acuerdo que nos permite retomar el control de nuestras fronteras, nuestras leyes y nuestro dinero", dijo. "Y también nos permite establecer nuestro propio calendarios para futuros tratados comerciales, empezando con el que firmaremos con la UE y que debería ser muy simple, ya que estamos en perfecto alineamiento". (El Mundo)