Un fallo del Tribunal Supremo de Brasil deja a Lula da Silva a un paso de salir de prisión , como también a miles de presos con apelaciones pendientes, una decisión con un impredecible impacto político.
En un ajustadísimo fallo, definido apenas por un voto (6-5), el Supremo anuló una jurisprudencia que había establecido en 2016 y con la cual había autorizado ejecutar una pena de prisión después de que se confirmara en segunda instancia, pese a que en esa fase quedaban aún dos apelaciones pendientes en tribunales superiores.
Según la nueva decisión, la prisión solo podrá ordenarse cuando, como establece la Constitución, se complete el "tránsito en juzgado" ("cosa juzgada" en español) y se hayan agotado todos los recursos posibles, con lo que la culpabilidad estará plenamente determinada.
En el caso de Lula, el más célebre de los cerca de 5.000 presos brasileños que serían beneficiados, comenzó a cumplir en abril de 2018 una pena de ocho años y diez meses por corrupción tras ser condenado en segunda instancia.
Partidarios de Lula celebraron esta instancia, a la que aún le resta una apelación que ya han presentado sus opositores ante el Supremo, que todavía no se ha pronunciado
El Gobierno de Bolsonaro tomó parte en el juicio concluido este jueves y lo hizo a través de la Abogacía General de la Unión, cuyo titular, Andre Mendonça, quien tiene estatus de ministro, argumentó a favor de mantener la prisión tras la segunda instancia.
"La justicia ordinaria, hasta la segunda instancia, trata de los hechos, las pruebas y la construcción probatoria", en tanto que los tribunales superiores "discuten cuestiones de derecho y de forma", que "no son para declarar inocencia", sino para revisar el trámite y el cumplimiento del debido proceso, afirmó Mendonça. (RTVE)