El juez federal de Rafaela, Miguel Abásolo, presentó la renuncia a sus funciones como magistrado federal, lugar que ocupa desde el año 2014.
El motivo de la decisión sería la inminente modificación del régimen jubilatorio en la Justicia, que colocó a los funcionarios judiciales ante la disyuntiva de jubilarse o aceptar las nuevas reglas que impondrá la ley que se está analizando en el Congreso.
El proyecto eleva de 60 a 65 años la edad jubilatoria de los varones jueces y fiscales, y también el cálculo del haber jubilatorio, determinando que se tomen para ese cómputo un promedio salarial de los último 10 años y no su último sueldo.
Abásolo juró como juez federal de Rafaela en febrero de 2014 y asumió su cargo en marzo de ese mismo año.
La dimisión del magistrado plantea un serio problema, ya que a partir de la confirmación de la misma se pondrán en marcha los mecanismos institucionales para la designación de su sucesor, un trámite que demandará varios meses y que hará que las causas que se tramitan en Rafaela y son de competencia federal –principalmente casos de narcotráfico, contrabando y delitos fiscales- tengan demoras y complicaciones en su avance, debido a que alguien deberá subrogar o hacerse cargo temporariamente del tribunal.
Abásolo fue el primer titular del Juzgado Federal de Rafaela, que fue creado por Ley 26.131, sancionada el 9 de agosto de 2006 y promulgada el 29 de agosto de ese mismo año.
Luego de un larguísimo trámite hasta la constitución del Juzgado, que demandó varios años, recién el 4 de octubre de 2012 la entonces presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, sancionó el decreto 1.848/12, que nombró al Dr. Miguel Eugenio Abásolo como juez.