Sucede que desde el primer decreto de aislamiento social, obligatorio y preventivo que promulgó el presidente Alberto Fernández, las empresas dejaron de producir cigarrillos y tabaco para armar. El stock que tenían se fue distribuyendo a los kioscos y almacenes de todo el país, y en la actualidad solo queda un remanente en Capital Federal y provincia de Buenos Aires.
“La gran mayoría de los kioscos a nivel nacional no tiene más cigarrillos”, agregó Palacios, quien aseguró que tanto UKRA como la Cámara de Distribuidores de Tabacos le han enviado una nota a Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, para que autorice a las empresas tabacaleras a producir y abastecer a los distribuidores, con los protocolos sanitarios correspondientes en toda la cadena de comercialización para evitar contagios de coronavirus Covid-19.