El coordinador residente de la ONU (Naciones Unidas) para la Argentina, Robert Valent, destacó las medidas sociales y económicas dispuestas por el gobierno nacional para enfrentar la pandemia de coronavirus.
De cara al mediano plazo, Valent dijo que el país necesita la “contracara de un marco fiscal robusto y de crecimiento sólido e inclusivo”, al tiempo que consideró "clave" el llamado oficial a constituir un Consejo Económico y Social, de manera de poder "configurar soluciones consensuadas para poder lanzar una matriz de desarrollo en la que nadie sea dejado atrás”.
La oficina local de la ONU presentó este martes en videoconferencia un amplio informe sobre el impacto socioeconómico y ambiental de la pandemia en el país, que repasa la contracción económica, los efectos en el empleo y las respuestas oficiales en el orden alimentario y los ingresos familiares, para mitigar la pobreza y los costos sociales.
La titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, destacó en la apertura del encuentro que “hoy el 85% del país se encuentra en total normalidad, pero nos queda aún por atravesar el cuadro en el área metropolitana, donde crece la curva de contagios y está la mayor concentración productiva, y por tanto el mayor conflicto económico”.
“Paralizamos la producción y el empleo para cuidar las vidas y la salud, mientras la salida de la crisis contempla recuperar la gran potencia del Estado regulador, que se hace cargo para garantizar el trabajo y la inclusión de sectores vulnerables, con políticas públicas para que la pandemia produzca el menor daño posible”, resaltó Tolosa Paz.
Valent, en tanto, advirtió que la Covid-19 tendrá en la Argentina “un impacto multidimensional y afectará a los distintos sectores de la economía y actores de la vida del país, al ambiente y los recursos naturales, así como efectos en los derechos humanos”.
El funcionario de la ONU destacó las “cifras contundentes” que muestran una respuesta sociosanitaria implementada hasta el momento “destacada por sus resultados”, junto con una caída en la producción, el crecimiento de la pobreza y de la cantidad de personas en emergencia sanitaria, alimentaria y económica.
En ese marco, alertó Valent, “la sociedad argentina teme que lo coyuntural pase a ser estructural, y que los nuevos pobres y marginados de esta crisis pasen a ser los nuevos pobres y marginados del país”.
El informe
El informe -en base a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)- proyectó que la economía argentina caería un 8,2% en 2020 si la pandemia se controla, y hasta 10% en caso de que se registre un segundo brote.
En ese contexto se prevé un crecimiento de la pobreza, especialmente en la franja de menor edad, lo que implicaría que entre 2019 y 2020 la cantidad de niñas, niños y adolescentes pobres pasaría de 7 millones a 7,76 millones, y los indigentes de 1,8 a 2,1 millones (un 16,3%).
El informe de ONU enumeró luego las medidas para mitigar la crisis en la economía: prohibición de despidos sin justa causa; programas ATP e IFE; aumento de 40% en el presupuesto para gastos de capital, con $ 100.000 millones a obras de infraestructura, educación y turismo; créditos blandos por $ 350.000 millones para garantizar la producción y el abastecimiento de alimentos e insumos básicos, e impulsar la actividad; y otra línea por $ 320.000 millones para capital de trabajo de empresas, por 180 días con una tasa de interés del 26% anual.
A ello, concluyó el análisis de Naciones Unidas, se agregaron $ 25.000 millones en créditos del Banco de la Nación Argentina a tasa diferencial para productores de alimentos, higiene personal y limpieza, y productores de insumos médicos; $ 8.000 millones para financiar la producción de equipamiento tecnológico y garantizar la modalidad de teletrabajo; y $ 2.800 millones en créditos para infraestructura en los parques industriales.