Gustavo Galoppo dedicó la apertura de sus Aires del Interior a hacer una síntesis del lugar que ocupa la radiofonía en la vida social e hizo un repaso por los hechos y las voces protagonistas de su historia viva en el día en que se conmemora el centenario de la primera experiencia radiofónica del mundo, que tuvo lugar en la azotea del teatro Coliseo de Buenos Aires y de los cuales LT9 acompañó 96.

"La radio que hoy cumple 100 años es esa compañía desde la mañana hasta la noche para oídos insaciables. La radio que arranca despertándote y a veces sigue al lado tuyo, abajo de la almohada, como una voz clandestina que te acompaña para conciliar el sueño. La radio esa que suena todo el tiempo, con noticias malas y buenas, con goles que son amores y goles en contra que mejor no decir qué son", dijo en uno de los pasajes de su apertura el periodista y conductor de La Líder.

"Radios rotas contra el piso por la final perdida o revoleadas en la cancha del desasosiego, radios con mensajes de novios y novias y canciones dedicadas a un amor con besos por la radio. Fantasías y delirios, y sentirnos inteligentes por escuchar a personas inteligentes entrevistadas en grandes programas. Y enamorarnos de quien nos habla. Vaya a saber desde donde nos están contando cosas", repasó.

Mas adelante continuó: "La escuchás mientras viajas, para dormirte y también cuando estás dormido. La escuchás en la madrugada en tu casa, en las rutas, en el patio y en el campo. La radio nos iguala como gentes porque no hace diferencias. Entra con la misma palabra, con la misma voz y con el mismo relato al hogar de los más pobres que no tienen nada pero tienen la radio, y de los más ricos que tienen todo pero también tienen la radio".

"La radio es el refugio de la palabra, es la explosión del pensamiento, es relato, mitología y música. Es comunicación y servicio, es tango, mate y goles, es móviles en las calles, inmediatez y rapidez", remarcó.

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