Los excampeones mundiales Bernard Hopkins y Oscar de la Hoya lideraron este martes una visita de figuras del boxeo a una barriada de Medellín, a la que llevaron esperanza compartiendo sus historias de vida y enseñando algunos de sus secretos en el cuadrilátero.
La Honda, un barrio de lomas muy empinadas y calles polvorientas, donde a través del pugilismo se ha empezado a batallar contra la violencia, amaneció convulsionado cuando sus pobladores divisaron desde el filo de la montaña un desfile de camionetas de vidrios oscuros que anunció la llegada de grandes estrellas.
“Es que el boxeo es el deporte de los humildes”, le dijo a Efe la costarricense Hanna Gabriels, campeona superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y de la Organización Mundial de Boxeo (OMB.
En esos jóvenes que pudieron mostrar sus golpes a Hopkins, que duró 10 años como campeón mundial con 20 defensas exitosas, estuvo Esteban Arrieta, presentado como una de las promesas de su barrio y un “afortunado” por esa clase exprés con una leyenda.